El regreso, aunque sea como homenaje, de la mítica serie ‘Aída’ que nos dejó hace ya diez años es uno de los acontecimientos más celebrados de las últimas semanas, y es que, si se mantuvo durante nueve temporadas en antena, es evidente que tenía una audiencia más que numerosa que podía respaldar su larga duración. Tanto que ahora todavía son muchos quienes esperan emocionados poder volver a ver en pantalla al Luisma, al Jonathan, a Soraya o a la propia Aída. Paco León lo hará posible.
De hecho, el primero es uno de los personajes más esperados y uno de los actores que más supo aprovechar el buen pulso de la ficción para hacerse un hueco en la industria y no dejar de trabajar. Desde entonces lo ha hecho sin parar, tanto delante como detrás de las cámaras. Paco León se ha convertido en uno de los grandes actores y directores de nuestro país, que además ha sabido llevar a la fama a toda su familia, no solo a su hermana, María León, que sí tiene formación como actriz, también a su madre, Carmina Barrios, a la que hemos visto como protagonista de su propia película ‘Carmina y amén’.
Paco se encuentra cómodo tanto delante de los focos, como detrás de las cámaras, sentado frente al guion o en una reunión con inversores. Sin embargo, hay otros aspectos que están relacionados con el medio que no se le dan tan bien, y es precisamente todo lo que tiene que ver con la economía y la gestión de lo ganado.
Así lo confesó él mismo por primera vez en una visita a La Resistencia, el programa de David Broncano, y lo confirmó posteriormente en ‘El Novato’ junto al exfutbolista Joaquín Sánchez. Explicó entonces que pese a que había ganado mucho dinero con la serie, y que de hecho la cifra era más cuantiosa cada temporada porque él iba pidiendo aumentar su caché, el cambio de criterio con carácter retroactivo de la Agencia Tributaria a la hora de declarar este tipo de actividades dio al traste con todos sus ahorros, pues igual que muchos otros actores o artistas tuvo que pagar una cuantiosa cifra que le hizo un agujero importante.
Pero pudo seguir adelante. Y es que, aunque no lo parezca, poder pagar a Hacienda todo lo que le reclamaba también fue un lujo, uno que muchos compañeros no pudieron o no quisieron permitirse y se metieron en pleitos. Y a pesar de todo ese desembolso Paco fue invirtiendo en diferentes propiedades: un ático en Madrid, en pleno centro; otro ático también muy bien ubicando en Barcelona, donde ha pasado muchas temporadas; y dos casas en Sevilla, en su tierra natal, que son sus propiedades más preciadas. Para todas ellas ha tenido que ir pagando hipoteca, y es ahí donde están las deudas de las que hablaba en los citados programas.
Pero como ha tenido la suerte de no dejar de trabajar nunca, poco a poco ha ido remontando, y de hecho en su empresa, Andy Joke SL, que le ayuda a gestionar Ana Rodríguez, su exmujer y madre de su hija. Ambos mantienen una excelente relación a pesar de que separaron muy discretamente sus caminos en 2020 después de veinte años juntos. La sociedad se dio de alta en 2008, él siempre fue y sigue siendo su único accionista y los números en el último año no han sido muy boyantes. En 2023 cerró el ejercicio con pérdidas levemente superiores a los 33.000 euros, aunque no es una cifra muy significativa su tenemos en cuenta que el total activo de la empresa es de 1,1 millones de euros.
Teniendo en cuenta las deudas y lo que supone crear proyectos desde cero, que es lo que él ha hecho en muchas ocasiones, como en las películas de su madre y en esta propia secuela de Aída, proyectos para los que se buscan inversores pero que requieren una gran inyección económica, una entidad valorada en 1,1 millones de euros y una carrera más que consolidada y capaz de generar la ilusión y las expectativas en el público que está logrando con al regreso de la serie son síntomas de que las cosas van bien y de que Paco León quizá no es millonario, pero puede vivir con tranquilidad y sin preocuparse demasiado por el importe al pasar la tarjeta, algo que no todo el mundo logra.