Lydia Lozano (63 años) es historia viva de la televisión. Ha llorado y reído a partes iguales. Ha disfrutado y ha deleitado a los telespectadores con su ya mítico baile del ‘chuminero’ y con su sonrisa eterna. No hay programa del corazón que se precie que no haya contado con ella entre sus filas desde que se hizo popular en ‘Tómbola’, el programa que transformó la pequeña pantalla y que fue el germen del resto de espacios del corazón.
Ha tenido una silla en ‘A tu lado’, ‘Salsa Rosa’ y ‘Sábado Deluxe’, o como comentarista en las tertulias de ‘Gran Hermano’ y ‘Supervivientes’. Pero si hay un programa que ha marcado su vida (y la de los millones de telespectadores que la adoran) es ‘Sálvame’. Cada tarde, conseguía hacer reír a todos con sus alocadas ocurrencias, sus exclusivas o sus lamentos. Era imprescindible en el formato de Telecinco producido por La Fábrica de la tele. Que echase el cierre fue uno de los peores capítulos de su vida.
"Fue como si me decapitaran porque, como dice Jorge Javier Vázquez, soy adicta al trabajo, me gusta mucho mi trabajo. Y me ha venido muy bien porque he escrito mi libro, pero verte así, de repente, sin trabajar, claro que da vértigo", confesaba en una entrevista en exclusiva en Lecturas.
Una nueva etapa para Lydia Lozano
No tardó en encontrar trabajo. Dio el salto a Netflix para protagonizar el docu reality ‘Sálvese quien pueda’ con otros rostros que compartieron plató con ella en ‘Sálvame’: María Patiño, Belén Esteban, Terelu Campos, Chelo García Cortés, los Kikos (Hernández y Matamoros), Terelu Campos y Víctor Sandoval. En el proyecto buscaron trabajo en Miami y México, acudiendo a varios espacios del corazón similares. Además, participó en la primera edición de ‘Baila como puedas’ de TVE.
"A mi me vuelve loca bailar. Creo que es divertidísimo y que la gente disfruta mucho desde casa viendo si la vas a fastidiar o no", reconoció en uno de los ensayos del concurso. La cosa no terminó muy bien porque tuvo que abandonar por una lesión en la costilla.
Durante el tiempo que estuvo en el concurso, lo dio todo. Como hace siempre y como demuestra cada día en su actual puesto de trabajo en ‘Ni que fuéramos Shhh…’, el espacio que inició su andadura en la parrilla el 3 de junio de este año. Una dedicación que compagina con su ocupación en Televisión Española, donde colabora en ‘Mañaneros’, el matinal que presenta Adela González y que cuenta con María Eugenia Yagüe, Alberto Gúzman y Pepa Jiménez, entre otros rostros de la pequeña pantalla.
El proyecto al que siempre ha dicho 'no'
Es una todoterreno. A lo único que ha dicho que no siempre es a ‘Supervivientes’ y eso que le ofrecieron un cheque en blanco. "A pesar de que soy una apasionada de este reality y me pusieron sobre la mesa un cheque en blanco, siempre he tenido claro que lo mío es verlo desde el plató o a través de la pantalla del televisor, como hago ahora. Si he dicho que no, y mil veces no, es porque, en el fondo, soy consciente de que si lo hiciera podría destrozar a mi familia", se sinceraba Lydia Lozano.
No es amiga de realities o concursos, prefiere comentarlos. El único al que dijo ‘sí’ fue 'Sálvame Okupa' y porque Paolo Vasile se lo pidió "de rodillas de manera literal". No pudo negarse, y más teniendo en cuenta que solo duraba cuatro días.
El problema de salud que acarrea Lydia Lozano
Se ha negado además a participar en la segunda edición de 'Celebrity Bake Off: Famosos al horno'. La colaboradora de televisión tuvo que declinar la oferta pero no por razones económicas o incompatibilidad laboral, sino por sus problemas de salud. Participar en un programa como este implica muchas horas de grabación y su espalda no se lo permite.
El pasado mes de mayo tenía que ser operada de una fractura en la vértebra T11. "La tenía aplastada", explicó Lydia Lozano durante la presentación de ‘Ni que fuéramos Shhh..’, asegurando que estaba dopada para aguantar los dolores. Ya había tenido que ser intervenida cuando pasó por ‘Baila como puedas’. "Es como un volver a empezar porque en ‘Sálvame’ me he operado muchas veces. Me ha pasado de todo, pero aquí estoy", añadió.
Dos años antes, en 2022, fue operada de urgencia de la octava vértebra debido a la osteoporosis que padece. Con esta tuvo que estar un buen tiempo de baja para recuperarse. "Tengo como una mochila con una barra de hierro detrás. Soy Robocop", decía entonces en ‘Sálvame’. En 2021 eran dos las veces que tenía que pasar por quirófano: una por las cervicales y otra por un brazo en el que se hizo daño después de sufrir un accidente en casa. Por algo se llama ella misma ‘la mujer de cristal’.
Lydia Lozano no quiere más lesiones y evita a toda costa sufrir más dolor del que ya tiene que aguantar a diario. De ahí que haya declinado la oferta de Televisión Española. Quien no se descarta que sea una de las concursantes de 'Celebrity Bake Off: Famosos al horno' es María Patiño. TVE quiere a uno de los grandes rostros conocidos de la pequeña pantalla para repetir las audiencias de la pasada temporada con Ana Boyer como ganadora y está tratando con todas sus fuerzas de hacerlo con algunos de los antiguos colaboradores de ‘Sálvame’. Ya que no ha podido ser con Lozano, puede que Patiño sí termine aceptando.
Lydia Lozano y ‘La Venganza de la llorona’
Fuera de pantalla, Lydia Lozano ha conseguido por fin lanzar al mercado el libro autobiográfico que nunca pensó escribir. Gracias al adiós a ‘Sálvame’, se lo propusieron y consiguió sacar el tiempo libre suficiente para escribir estas memorias con sus vivencias más alocadas de estas cuatro décadas en la profesión. ‘La venganza de la llorona’ (La esfera de los libros) es la respuesta a los que durante años se burlaron de su carácter.
"Yo he escrito este libro porque peyorativamente me decían: 'Mírala, otra vez llorando, qué pesada la llorona, y ahora bailará un Chuminero… Es la venganza a todos los que se han reído de mis lloros", contaba en ‘Ni que fuéramos Shhh…’. Pero además de reivindicar su figura en el panorama mediático, Lydia Lozano también narra algunas de las mejores anécdotas de su carrera y los secretos de algunos personajes.
Charly, el amor de su vida
No faltan líneas dedicadas al hombre más importante de su vida, Carlos García-San Miguel y Rodríguez de Partearroyo. Su Charly. Llevan más de 30 años casados en la más absoluta discreción. No es muy dada a hablar sobre su gran apoyo, al que conoció por un amigo en común. "Yo salía con un amigo suyo, pero la relación no estaba bien. Fuimos a cenar a casa de la familia de Charly y él abrió la puerta, con unos pantalones y unas zapatillas verdes. Me llamó al día siguiente para quedar... y hasta hoy", contó en una ocasión.
Se dieron el 'sí, quiero' en junio de 1990 y han vivido felices desde entonces. El arquitecto y la periodista decidieron no tener hijos y no se arrepienten de ello. "No hay cosa más bonita que decidir con tu pareja si quieres o no quieres tener hijos. Las mujeres ahora van de que quieren ser madres solteras. Yo decidí hace muchos años que no, aunque podría echarlo de menos. Siempre tuve más opciones y lo hubiera tenido fácil, pero decidí que no. Ahora que veo tanto machismo, feminismo... Lo que me molesta es que me digan que me calle porque no tengo hijos. Estoy orgullosa de haber tomado en su día esa decisión y de no haberme arrepentido nunca", explicaba en Jaleos.