La verdadera situación de Arantxa del Sol casi seis meses después de 'Supervivientes 2024'

Si Arantxa del Sol (52 años) pudiera retroceder en el tiempo probablemente nunca hubiera firmado el contrato para convertirse en concursante de 'Supervivientes  2024', y es que aunque durante algunas semanas pareció disfrutar de la aventura lo cierto es que el desenlace no fue, ni mucho menos, como ella hubiera esperado. Tras una fuerte discusión que, según se ha contado, llegó a las manos con Ángel Cristo Jr., la organización decidió prescindir de la presentadora y nunca volvimos a verla en plató. Terminada la edición se sentó junto al hijo de Barbara Rey en el plató de ‘De Viernes’, pero nunca terminaron de llegar a un acuerdo y desde entonces el silencio.

Un silencio que es precisamente lo que ella no quería, pues siempre se dijo y ella nunca negó, que su intención al embarcarse en la aventura hondureña era la de retomar su papel como presentadora, dejarse ver, y que se le abrieran nuevas puertas para hacer aquello que hizo durante muchos años, conducir programas de todo tipo. Ahora, varios meses después, es evidente que ese cambio de rumbo que ella buscaba no ha tenido lugar, pero tampoco puede decirse que el concurso no haya tenido impacto en su vida.
No fue fácil para ella capear la crisis mediática que sufrió su matrimonio, pues nunca jamás se había puesto en duda su amor, fruto del que nacieron sus dos hijos, y que ya dura más de veinticuatro años.

Y si para algo le han servido las redes sociales a la modelo ha sido para dejar claro que ella y su marido, Finito de Córdoba, siguen juntos y tan unidos y felices como siempre. Pero ese no es el único mensaje que ha mandado, pues si durante el verano ha ido compartiendo contenido y ha hecho algunas colaboraciones, una vez entrado septiembre ha dictado sentencia: viene pisando fuerte.

En las dos últimas semanas no ha habido evento de moda al que no haya acudido, la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, la presentación de Silbon Moda... Mitsubishi Lancome; Croft Twist, Forzapel, Mett Marbella o la clínica Amesteticos son solo algunas de las marcas con las que Arantxa ha trabajado después de regresar de Honduras.

Y es que no cabe duda de que después de reaparecer en pantalla ha dejado definitivamente atrás esa época en la que decidió priorizar a su familia y dedicarse a sus hijos, a su marido, a su casa y a su vida en Córdoba. Pues, aunque nunca dejó del todo de trabajar, porque en los últimos años lo ha hecho en Canal Sur, sí decidió frenar para estar al lado de sus niños cuando eran más pequeños, acompañarlos en su infancia y adolescencia y no tener un ritmo de trabajo que le hiciera pasar demasiado tiempo fuera de casa. Pero eso quedó atrás, ahora sus hijos son mayores, el pequeño tiene 16 años, y ya no necesitan tanto a su madre, que, aunque no va a dejar de estar con ellos, es evidente que tienes ganas de trabajar, que no le importa viajar y que la vida pública vuelve a hacerle ojitos.

Las empresas de Arantxa del Sol y Finito de Córdoba

Y al margen de lo que ella pueda ingresar con sus colaboraciones y contratos publicitarios cuenta con el respaldo de las empresas de su marido y de J Luis SL, la sociedad que ambos comparten y que se dedica a la “la representación, contratación e intermediación para la contratación de artistas en espectáculos”, es la sociedad desde la que ella comenzó a trabajar y tiene 33 años de antigüedad, y parece que nunca ha ido del todo mal, pues aún en sus años más bajos en cuanto a nivel de trabajo se ha logrado mantener y en 2020, que además fue el año de la pandemia por la Covid 19 logró facturar 265.000 euros. Desde entonces no han presentado cuentas, pero seguro que las del último año no están mal.

Y cuentan además con una preciosa casa unifamiliar en Córdoba, en la que viven, que cuenta con 300 metros cuadrados construidos y 12.000 de parcela, que esta exquisitamente decorada tal como hemos visto en las redes de toda la familia, y es que la moda es algo que Arantxa lleva en las venas y por ende la decoración también. Y por último son propietarios de un solar de 7.000 metros cuadrados que sirven para la explotación en Almería. Es decir, al margen de las ganas que la presentadora tenga de volver a ejercer una profesión que evidentemente le gusta, no parece que la necesidad sea económica si no anímica, y a juzgar por su ajetreada agenda las últimas semanas, oportunidades para dejarse ver no le van a faltar.