Tuvo una vida dura y difícil y su muerte parece seguir el mismo camino. Una familia que no entendió ni su opción sexual ni que transicionara, sus problemas de adicción, su etapa como prostituta o una fama repentina, tan veloz como el aterrizaje y la vuelta a la rutina... Su última voluntad fue que la incineraran y esparcieran sus cenizas en el madrileño Parque del Oeste donde fue feliz ejerciendo la prostitución. 28 días después de haber fallecido, el cuerpo de Cristina Ortiz 'La Veneno' cuerpo aún sigue esperando qué se hace con él.
El 9 de noviembre se apagaba la llama de la vedette, después de días debatiéndose entre la vida y la muerte. Cristina aparecía inconsciente en el salón de su casa, con una fuerte contusión en la cabeza y varios hematomas por todo el cuerpo. La ingresaban de urgencias, en coma, pero su cuerpo no resistió más. Dos autopsias realizadas en las últimas semanas, descartaban un ataque como causa de su muerte y la implicación de su novio, Alin, aunque después se supo que Cristina le había demandado un día antes del hallazgo por malos tratos. Sin embargo, La Veneno hallaba la muerte debido a las graves consecuencias de un accidente doméstico.
Sus restos suman días en el Tanatorio Norte de Madrid al mismo ritmo que aumenta la deuda de su familia con los servicios funerarios. De momento, la cifra ya alcanza los 10.000 euros pero está lejos de vislumbrarse un descanso para la difunta, pues se estaría barajando una tercera autopsia, que costaría 1.200 euros. La familia sigue sin verlo claro y, tras dos exámenes, no se cree aún que lo que haya acabado con la vida de Cristina sea un fuerte golpe producido por una caída, debido al estado alterado en el que se encontraba la vedette por las sustancias que había tomado.
Cada día que pasa en las cámaras frigoríficas el cuerpo de La Veneno no solo cuesta una cantidad importante de dinero (360 euros, según informa El Español), sino que está cada vez más deteriorado por los efectos de la descomposición (acentuado por las dos autopsias que lleva ya). Los Ortiz son una familia humilde y lo que los gastos que está generando la muerte de su familiar les está suponiendo un gran esfuerzo y podría llevarles a la ruina (por no hablar de lo que van a tener que pagar por los trámites administrativos una vez se proceda ya a la incineración).
Quien parece que se lo está montando mejor a costa de la muerte de Cristina es su exnovio Alin. El joven ya ha empezado a ofrecer bolos donde cuenta su relación con la vedette y sortea algunos de sus objetos personales.