Tras un año bastante complicado, Isabel Pantoja (67 años) acaba el año de la mejor manera, rodeada de todos sus fans. La cantante se encuentra en plena gira para celebrar sus 50 años de carrera y anoche actuó en Barcelona, exactamente en el Palau Sant Jordi de la ciudad condal, donde deleitó a todos los allí presentes con algunos de los mayores éxitos de su longeva carrera. Según los cálculos previos, se llegaron a vender unas trece mil entradas, cuyo precio rondaba entre los 60 a los 176 euros.
Así fue el último concierto del año de Isabel Pantoja
La multitud de seguidores de la tonadillera hizo una larga cola para entrar al recinto, donde pudieron disfrutar de una pletórica Isabel. "Hoy despido el año en un sitio muy especial para mí. Barcelona, ahora soñamos", afirmaba la artista, que disfrutó como la que más de este especial concierto, en el que incluso llegó a emocionarse más de una vez mientras repasaba algunos de sus más conocidos singles.
Acompañada de una orquesta, la cantante ha repasado su medio siglo de trayectoria en el mundo de la música, y lo hacía con un look digno de una estrella. Isabel salió al escenario con un conjunto muy favorecedor. La parte de arriba consistía en un top color nude decorado con topos en tonos dorados, que combinó con una falda en color crema tirando a amarillo con unas impresionantes flores bordadas en color rojo y verde, cuyo toque final eran unos detalles bordados en hilo dorado.
Tras triunfar en Estados Unidos con esta misma gira, el concierto de ayer marcaba el pistoletazo de salida de los conciertos que ahora podremos disfrutar en España. Su próxima actuación será en Bilbao el 13 de enero. Tras esta, la cantante visitará Madrid, Tenerife, Zaragoza, Illescas, Valladolid, Sotogrande y Castellón. Sin duda, estos conciertos van a suponer toda una dosis de alegría y vitalidad para Isabel Pantoja, que ha vivido un año muy complicado.
El único deseo para 2024 de Isabel Pantoja
En mitad del concierto de ayer, Isabel confesó cuál era su deseo para todos sus seguidores, para toda esa gente que ayer decidió apoyarla y acompañarla: “¿Sabéis lo que significa garlochí? Significa corazón pero en nuestro idioma, el caló. Quiero desearos todo lo mejor, para mí lo mejor es la salud, salud para todo el mundo, de corazón, de Isabel, de Maribel, de vuestra amiga”.
Y es que la salud es tremendamente importante para la artista, sobre todo después de todo lo que ha tenido que vivir este 2023. Ahora mismo quiere saldar sus deudas con la Agencia Tributaria, para la que habría puesto estos conciertos como garantía de pago, además de estar vendiendo gran parte de su patrimonio, siendo el último inmueble del que se habría deshecho un ático en Fuengirola de 80 metros.
La situación con sus hijos
A pesar de que ayer pudimos ver en este concierto a la que siempre es su gran apoyo y aliada, su sobrina Anabel Pantoja, hay dos ausencias en la vida de la cantante que siguen haciendo mecha en su estado anímico, sus hijos. El pasado mes de octubre su hija, Isa Pantoja, contrajo matrimonio con Asraf Beno, cita a la que no acudieron ni su madre ni su hermano, siendo nula la relación que la tonadillera tendría ahora mismo con su hija y su nieto, Albertito, al que hace mucho que no ve. Y con su otro hijo, Kiko Rivera, la situación no es mejor, sobre todo después de las dolorosas declaraciones que este hizo en el programa ‘Cantora, la herencia envenenada’, hecho que marcó un gran distanciamiento entre ambos.