Muy hermético en todo lo relativo a su vida privada, Cayetano Rivera (46 años) se resiste a confirmar su romance con María Cerqueira (39 años). Sin embargo, la pareja no deja de protagonizar encuentros dentro y fuera de nuestro país, el último hace solo unos días en Sevilla. Tal y como ha publicado Diez Minutos, el torero y la presentadora disfrutaron de un romántico encuentro en la capital andaluza ajenos a los objetivos de los paparazzis.
Lo que es evidente es que esta relación especial crece a pasos agigantados, y el claro ejemplo de ello es la conexión que también se ha creado entre sus respectivas hijas, Lucía Rivera (24 años) y Francisca Cerqueira (20 años), fruto de la relación que María mantuvo con el piloto de coches Gonzalo Gomes.
El gesto que confirma que Lucía Rivera y Kika ya se conocen
Lucía Rivera está en plena promoción de su libro 'Nada es lo que parece', un relato muy sincero sobre su vida que ha llegado hasta Portugal. Tal y como hemos podido comprobar a través de las redes sociales, la modelo le hizo llegar a Kika Cerqueira, hija de María, un ejemplar de su libro firmado. "Querida Francisca, espero que lo disfrutes. Con mucho amor", escribía Lucía de su puño y letra. "No puedo esperar a leer lo que tienes que decir. Muchas gracias", le respondía la joven portuguesa a través de las redes sociales.
Ambas comparten profesión, y a juzgar por este inesperado gesto han congeniado a las mil maravillas. Lejos de querer ocultarlo no dudan en intercambiarse mensajes y likes a través de Instagram, lo que deja entrever que Lucía está encantada con el nuevo romance de su padre.
Lucía Rivera arremete contra Eva González en su libro
El libro de Lucía también ha servido para conocer que tal y como se ha especulado durante años, su relación con Eva González nunca fue buena. Ahora que el matrimonio está roto, se ha atrevido a compartir los supuestos desplantes que sintió por parte de la presentadora cuando era solo una niña. Aunque la modelo no se refiere directamente a la presentadora, sí habla de la pareja de su padre y como "disimuló su desagrado hacia mí" durante años. De hecho, aprovecha la oportunidad para destapar una imagen fría y distante totalmente desconocida de Eva: "Me habría gustado recibir alguna migaja de cariño".
Lejos de iniciar una guerra con la hija mayor de su exmarido, Eva González se ha limitado a guardar silencio y seguir adelante con su vida.