La misa en Marbella fue el primer paso. La repentina muerte de Caritina Goyanes encontraba a la hija de Carlos Goyanes y Cari Lapique pasando unos días en la casa familiar de verano. Junto a ella, su marido Antonio y sus hijos. Caritina comenzaba a encontrarse mal el pasado lunes y fallecía a su llegada al hospital de Estepona. Un durísimo golpe que dejaba a la familia al completo en shock.
Tras el responso celebrado en la capilla de Guadalmina, los restos mortales de Caritina ponen rumbo a Madrid. Será en la capital donde descansará. En el cementerio de San Isidro, concretamente. Este miércoles 28 de agosto la familia velará el cuerpo de la hija de Carlos Goyanes y realizará una misa en su memoria. Luego será enterrada en el cementerio donde los Goyanes tienen un panteón.
El último viaje de Caritina no es en solitario. Su familia y amigos emprendían la vuelta a Madrid para acompañar a la hija de Cari Lapique. El dolor es visible en sus rostros. Un sufrimiento que todavía no ha dejado paso al duelo. No solo es la muerte de Caritina, es también el último adiós a Carlos Goyanes.
La despedida de Caritina y de su padre, Carlos Goyanes
Tal y como informa la periodista Paloma Barrientos en el portal ‘Vanitatis’, los restos mortales de Carlos Goyanes también viajan ahora a Madrid. El padre de Caritina y Carla Goyanes fallecía el pasado día 7 de agosto. Un muerte también repentina que encontraba al empresario en su casa de Marbella. Allí fue despedido por su familia e incinerado. Sus cenizas continuaban en el domicilio de verano de los Goyanes. Será ahora, junto a Caritina, cuando se trasladarán a Madrid.
La hija de Cari Lapique descansará en el cementerio de San Isidro junto a las cenizas de su padre. Este miércoles se realizará un responso por los dos. Dos duras pérdidas que han dejado a la familia Goyanes totalmente destrozada. Carla no podía ocultar las lágrimas durante la misa en recuerdo de su hermana en Marbella. El revés ha sido demasiado duro en demasiado poco tiempo.
Solo han pasado veinte días desde el fallecimiento del patriarca de la familia. Cuando todavía no se habían recuperado de la muerte de Carlos Goyanes, fallecía su hija mayor. La situación tanto de Carla como, sobre todo, de Cari Lapique preocupa y mucho.
Cari Lapique, completamente rota
Los días previos al fallecimiento de su hija Caritina, Cari Lapique viajaba a Mallorca para estar junto a su hermana Miriam. El dolor era tal que la mujer de Carlos Goyanes no soportaba estar en la casa que había compartido tantos años con su marido. El recuerdo del productor estaba en cada uno de los detalles, en cada una de las habitaciones. Había decidido poner un poco de tierra de por medio para despejar la mente.
Ahora, Cari se enfrenta a otra pérdida, una más dura si cabe. Caritina fallecía también en Marbella, en la casa donde tantos veranos han pasado. Y no solo eso. En Madrid, el matrimonio Goyanes y su hija mayor vivían a pocos metros, en el mismo edificio según explica el citado medio. El regreso de Cari Lapique a la casa donde vivía con su marido es algo que inquieta a su familia.
La pérdida de Caritina ha dejado a todos en shock. Su hija Carla prometía cuidar de los hijos de su hermana y también de su madre. Es ahora el pilar en el que se sustenta Cari Lapique tras la marcha de su marido y de su hija mayor. Una situación tremendamente difícil que van a tener que lidiar con entereza y fuerza. Carla tiene, a su vez, su marido y sus hijos a su lado.
La desgarradora carta de Carla Goyanes
Como hizo con su padre, Carla Goyanes compartía una carta dedicada a su hermana Caritina tras su muerte. Muy entera, escribía sus sentimientos. “’No tengo palabras’ es la frase que más me han repetido estos días. Yo tampoco pero este es mi pequeño homenaje para ti que eras única”, escribía en su cuenta de instagram. “Te has ido demasiado pronto y llena de planes e ilusiones. Nos faltaba mucho por hacer. Todavía no me creo que no vayamos a hablar más, ni abrazarnos, ni consolarnos, ni disfrutar más de la vida juntas con nuestros hijos. No más risas, no más discusiones, no más bailes, no más viajes, no más cumpleaños”.
“Eras única e irrepetible, la más generosa, divertida, curranta, disfrutona, con una fe que siempre he envidiado y te ha hecho ser muy feliz los últimos años de tu vida. No conozco a nadie con más amigas que tú, algunas como hermanas. Has sido una madre entregada, una hija super pendiente de tus padres y aunque seamos totalmente distintas eres la mejor hermana que he podido tener”, afirmaba Carla. La hija de Cari Lapique prometía hacerse cargo del legado de su hermana.
“Ten por seguro que voy a ser muy fuerte y voy a cuidar a tus hijos todo lo que me dejen como si fueran míos, voy a cuidar a mamá por las dos y voy a cuidar a Matos porque sé cuanto le querías”, prometía en el final de esta emotiva carta.
Antonio Matos, el viudo de Caritina Goyanes
En la mente de todos, tres personas más. Su marido, Antonio, y sus dos hijos, de 14 y 11 años. Era el hoy viudo, de hecho, quien acompañaba a Caritina hasta el centro hospitalario tras comenzar a encontrarse mal. Él fue quien tuvo que dar la terrible noticia. Sus hijos se habían quedado en la casa de verano de la familia. Carla Goyanes era la primera en acudir tras el desgraciado suceso. Su madre, Cari, estaba fuera de Marbella cuando todo pasó.
Volcada en su familia, en sus hijos y en su empresa, el vacío que deja la marcha de Caritina es enorme. Las lágrimas de su marido en el último adiós en Marbella conmovieron a todos. Muestras de cariño y abrazos constantes. Nadie podía creer lo que había ocurrido. Ahora toca aprender a vivir con la ausencia.