La canción '1944', interpretada por Jamala en representación de Ucrania, fue la ganadora del micrófono de cristal, el trofeo que se lleva el vencedor de Eurovisión. El tema, inspirado en la expulsión de Crimea de los tártaros, emocionó al público del Globe Arena de Estocolmo, a los jurados de expertos y al 'televotante', ya que fueron ellos quienes le concedieron la victoria.
La representante española, Barei, quedó muy lejos de lo que las expectativas y las casas de apuestas auguraban, pues tuvo que conformarse con el puesto 22. Teniendo en cuenta que participaban 26, no es un buen resultado. Al finalizar el festival, la cantante habló con Anne Igartiburu, Ruth Lorenzo y Edurne, quienes se encontraban en el plató de TVE en Madrid. "Esto es un juego, he intentado dar lo mejor de mí. Ruth y Edurne saben lo que es esto. Gano más de lo que pierdo. Un número queda registrado y eso no es bueno, pero prefiero ir despacio y llegar lejos, que mi carrera sea de largo recorrido", dijo Barei.
La sorpresa estuvo a punto de llegar de la mano de Australia, con la cantante de origen coreano Dami Im. Australia estuvo al frente de las votaciones prácticamente desde el inicio y solo al final Ucrania sobrepasó en puntos al país 'aussie'. ¿Qué por qué participa Australia en Eurovisión? Curiosamente, en Australia hay una legión de eurofans y cada año lo siguen millones de espectadores en aquel país, de modo que la organización la invitó a participar el año pasado. Este año ha sido su segunda participación y era una de las favoritas. De haber ganado -durante mucho tiempo parecía que iba a ser así-, Australia no habría organizado el concurso el año que viene, pero sí elegiría el país en el que se celebraría y correría con todos los gastos.
El festival, eso sí, dejó momentos memorables, sobre todo en lo que se refiere a los estilismos. En ese sentido, Alemania -la más cursi-, Croacia -la más aparatosa-, Australia -de novia con lentejuelas que se iluminaban- y Bulgaria -futurista, pero cutre- se llevaron la palma. El look de capitán Garfio del representante de Polonia también fue muy comentado. Llamó la atención la proliferación del 'estilo justin' que hubo en el escenario, y no lo decimos solo por la actuación estelar de Justin Timberlake en el intermedio, sino por los representantes de Reino Unido, Suecia, Lituania y Letonia que seguro habrán encantado a las 'beliebers' por su similitud con su ídolo.
Quienes dejaron muy buen sabor de boca fueron los representantes de Rusia, Sergey Lazarev, y de Francia, Amir. Ambos también partían como favoritos y quedaron en muy buen lugar: Rusia fue tercera y Francia, cuarta.
Eurovisión 2016 ya ha quedado atrás. Bienvenido Eurovisión 2017. Nos vemos en Kiev.