Isabel Pantoja ha vivido en la mañana de este 1 de julio uno de los días más complicados de su vida. Kiko Rivera la colocaba como testigo para declarar en el juicio que enfrenta a Agustín Pantoja con el Dj, un testimonio clave en la guerra entre tío y sobrino.
La tonadillera llegaba, con gesto serio y sin pronunciar una sola palabra, del brazo de su hermano al juzgado de Chiclana de la Frontera (Cádiz), un gesto que dejaba clara su posición que es, por si quedaba alguna duda, al lado de Agustín. Una decisión que le da la espalda a su propio hijo de manera irremediable.
Tal y como ha contado la reportera Marta Riesco en 'El Programa del verano', una serie de testigos han contado a todos los periodistas agolpados a las puertas del juzgado que Isabel y Agustín Pantoja habrían recibido un trato de favor. La pareja de hermanos eran vistos pagando el ticket del parking lo que significaba que habían podido abandonar el edificio sin ser vistos. "La única salida del juzgado que no fuese la puerta principal es la salida de detenidos", contaba Marta. Al parecer, Isabel Pantoja habría suplicado a los funcionarios que no le hiciesen pasar por el grupo de prensa agolpado a las puertas al sufrir un ataque de ansiedad "y le han dejado salir por la puerta de detenidos", explicaba la reportera.
Kiko Rivera, harto de la situación, decidió emprender acciones legales contra su tío Agustín por unos supuestos delitos de apropiación indebida, estafa y administración desleal. El Dj ha recabado a lo largo de los meses infinidad de información que le llevaban a demandar a su tío para conseguir todo lo que es suyo.
Hace solo unas horas, Kiko Rivera reaccionaba a la última aparición de su madre y su tío: "La familia no siempre es de sangre. La familia son las personas en tu vida que te quieren en la suya. Son aquellos que te aceptan por quien eres. Aquellos que harían cualquier cosa por verte sonreír y aquellos que te aman sin importar nada".