“Solo quería dormir. Descansar. Evadirme”. Toño Sanchís resume de esta manera tan corta uno de los episodios más complicados que ha vivido, no solo en este año cargado de polémica, sino también de toda su vida: su ingreso hospitalario tras haber ingerido grandes cantidades de pastillas para dormir, el mismo viernes en el que Belén Esteban se sentaba por primera vez en el ‘Deluxe’ para hablar de sus problemas administrativos con su ex representante.
En ‘El programa de Ana Rosa’, contestando ahora sí a todas las preguntas de los colaboradores, Toño ha hablado del difícil episodio al que se enfrentó y le ha pedido a Joaquín Prat que no utilice una determinada palabra: suicidio. “Llevaba una semana sin dormir. No paraban de insultarme y pasé de ser un héroe a un villano. De la noche a la mañana empiezan a irse representados, que después me han mandado mensajes disculpándose. Tuve una reunión con una representada que me dijo que teníamos que rescindir el contrato “porque no sabes lo que me puede pasar”. Todos insultándome, no podía dormir, ni comer. Lo único que quería era descansar, dormirme, evadirme. Y me pongo a tomar pastillas y se me va la mano. Y como no me duermo, tomo más”, a partir de ahí los recuerdos que tiene son de lo más borrosos, solo sabe que se despertó en el hospital. “Entré en un protocolo de intento de suicidio. Estaba muy alterado y al día siguiente me dicen que la psiquiatra verá si me da el alta”. Lo pasó realmente mal no solo por él, sino por el susto que dio a su familia. Ha recordado que hasta entonces nunca antes había visto llorar a su mujer, Lorena, que creyó que su vida corría serio peligro.
Esta ha sido una de las preguntas más candentes que le han hecho los colaboradores de Ana Rosa, que esperaban con ganas tenerlo delante para entrevistarlo.
Toño asegura que él hubiera preferido que las cosas se hicieran de otro modo, a la cara y “sin montar un circo de tres pistas”. Repite que él jamás fue el asesor fiscal de su representada y que solo se arrepiente de una cosa: de que su mujer sea quien figure como administradora de su empresa, en la que jamás ha ejercido como tal.
Sobre el dinero que le guardó, mantiene que “está en una cuenta transparente, que se ha tributado, y que me pide que se lo guarde”. “No se lo doy cuando vuelve a la televisión y está recuperada porque no me lo pide”. Son casi 372.000 euros que Belén, supuestamente, pidió que se reservara para su futuro, porque su salud estaba muy débil. Entonces “se encuentra en un momento sin futuro, ni lejano ni cercano”, añade Sanchís.
El entrevistado cree que el momento en el que se resquebrajó su relación con Belén fue cuando este le contó la verdad sobre la infidelidad de Miguel. Considera que puso al conductor de ambulancias “en un aprieto muy gordo” al desvelar el affaire de este con una doctora. “Miguel de aquí a nada, será otra víctima”, concluye convencido.
Vuelve a sostener que la carrera de la colaboradora va en picado. “El Titanic se hunde. Y se hunde por su mala cabeza”. Y se muestra positivo sobre sus enfrentamientos a la justicia, pues, está convencido que esta le dará la razón.
Y sobre GHVIP sonríe pícaro y acierta a decir que, aunque "a día de hoy no hay nada firmado", lo cierto es que es un espacio que le apasiona.