En los últimos días se ha hablado mucho de la tensión que podría existir entre Tamara Falcó (41 años) y Carolina Molas (54 años). La marquesa de Griñón fue una de las grandes ausentes a la fiesta de cumpleaños de su suegra, y eso no hizo más que avivar la polémicas. Pero nada más lejos de la realidad... Ha sido Íñigo Onieva (33 años) el encargado de zanjar las especulaciones a golpe de imagen. El empresario ha hecho pública una imagen de su último encuentro familiar a través de su perfil de Instagram.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva han viajado a Bilbao y lo han hecho junto a Carolina Molas, una escapada al País Vasco muy significativa que no ha pasado desapercibida para nadie. La hija de Isabel Preysler ha querido que su suegra forme parte de la elección de su vestido de novia, y no ha dudado en pedirle que le acompañe en esta primera toma de contacto en la que Tamara ha tenido la oportunidad de ver y tocar las telas, así como buscar inspiración en diseños de la marca Sophie et voilà.
Esta decisión ha llamado especialmente la atención. Por norma general, el deseo de las novias es que sus madres, hermanas o amigas le acompañen en la búsqueda del vestido de novia. Sin embargo, parece que Tamara confía mucho en el gusto de su suegra y no ha dudado en llevarla consigo en esta primera reunión creativa con la firma española, algo que ha hecho muy feliz a Carolina y que refleja la buena relación que hay entre ellas. ¿Cómo se lo habrá tomado Isabel Preysler?
Además, la marquesa de Griñón también ha contado con el apoyo de su amigo Juan Avellaneda. Tal y como adelantó la propia Tamara hace solo unos días, el diseñador catalán le ayudará en la elección de sus dos vestidos de novia.
Tras su visita al atelier, todos han disfrutado de una comida en el exclusivo restaurante Azurmendi. Una velada que tal y como ha especificado Íñigo también ha servido como nueva celebración de cumpleaños para su madre. En la instantánea, todos posan muy sonrientes con el chef del local. La guinda a un viaje express a Bilbao que confirma que Tamara ya está volcada en la creación del vestido de sus sueños.
Carolina Molas, muy implicada en los preparativos de la boda
Aunque hace solo unos días ella misma reveló que se encontraba al margen de los preparativos porque Tamara e Íñigo se estaban haciendo cargo de todo. Ahora se ha confirmado que la pareja quiere hacer partícipes a todos sus seres queridos de esta etapa tan ilusionante y feliz. Eso sí, cuando se pronuncia el nombre de Isabel Preysler, la empresaria se desmarca. Carolina no quiere oír hablar de 'duelos de estilos' en un día en el que el protagonismo debe recaer sobre los flamantes novios. "Yo no soy de ese mundo", confesaba la empresaria al ser preguntada por la rivalidad con su consuegra.