Solo unos días después de que Íñigo Onieva sacara sus pertenencias del piso que compartía con Tamara Falcó en el centro de Madrid, la marquesa de Griñón ha hecho lo propio. Era un hombre de confianza de Isabel Preysler el que se trasladaba al piso que durante dos años ha sido el nidito de amor de la pareja para sacar algunas cajas con los enseres personales de Tamara. Con este movimiento, rompe todo el vínculo que le quedaba con el que fuera su prometido.
Tamara Falcó no quiere ni oír hablar de Íñigo Onieva. De hecho, la última vez que tuvieron la oportunidad de verse fue el pasado sábado, 24 de septiembre, momento en el que el empresario reconoció la deslealtad y Tamara rompía con él dejando el anillo de compromiso sobre la mesa. Desde ese momento, se refugió en casa de Isabel Preysler donde se ha instalado temporalmente hasta que su nueva casa, el lujoso ático ubicado en la urbanización Puerta de Hierro, esté disponible.
"Ha sido un despertar espantoso, pero al mismo tiempo pienso en el perdón, pienso en la importancia del perdón", exponía recientemente durante una ponencia en México. Allí habló del único sentimiento que siente hacia él y es que lejos de lo que se pueda creer el profundo amor que sentía se ha transformado en lástima: "No siento odio hacia él ni aberración, me da pena, me da pena que con todas las cosas maravillosas que hay en la vida, vea, o sea, que considere que esas son las cosas por las que vive, a mí eso sí que me da pena".
El apoyo de su familia y sus amigos está siendo imprescindible para Tamara, quien a pesar de mostrar una aparente fortaleza públicamente, no lo estaría pasando nada bien con esta situación. Este miércoles era Ana Boyer quien reaparecía públicamente en un evento y no dudó en hablar de Íñigo: "Tamara confiaba en él y nosotras también", exponía dejando entrever el desengaño que también ha sufrido la familia.
Mientras, a Íñigo Onieva parece como si se le hubiera tragado la tierra desde que el pasado 25 de septiembre admitiera sus errores y declarara su amor por Tamara a golpe de comunicado. El empresario se ha convertido en el hombre más buscado del momento y parece que, al menos por el momento, no está preparado para afrontar las preguntas de la prensa. "Se siente mal, se siente avergonzado", revelaba Saúl Ortiz en 'Fiesta' después de tener la oportunidad de hablar con él.