Muy sonriente y tranquila, aunque consciente de que iba a tener que contestar a las preguntas sobre la infidelidad de Iñigo Onieva a su hermana Tamara Falcó. Ana Boyer se desplazaba hasta Barcelona para cumplir con un compromiso profesional y era allí donde los periodistas le preguntaban por cómo se encontraba Tamara. "Todos queremos que encuentre la felicidad y si ella es feliz, nosotros también", decía en un primer momento sin querer entrar en más detalles.

La prensa allí congregada sacaba a relucir el tema, de manera muy sutil, de que quizá ella o su madre tenían conocimiento previo de las infidelidades de Iñigo. "Tamara confiaba en él y nosotras también", decía Ana en cuanto a la posición que la familia adoptó tras las continuas informaciones sobre posibles deslealtades.