Queda menos de un mes para uno de los días más felices de Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (36 años) después de toda la serie de catastróficas desdichas que han sufrido durante los últimos meses con los preparativos de la boda, una ceremonia que se celebrará el próximo 8 de julio.
Tras todas las polémicas y disgustos a la que se ha enfrentado la pareja, Tamara, que fue por última vez a un evento publicitario en Ibiza tras su viaje express a Nueva York, ha reaparecido públicamente en sus redes sociales en su 'refugio', Villa Meona, la lujosa mansión de Isabel Preysler (72 años) donde la influencer siempre va cuando necesita paz y tranquilidad.
Tamara Falco ultima los detalles de su boda
En esta "cuenta atrás", tal y como Tamara ha denominado en su Instagram a esta recta final para su boda, la que fuera ganadora de 'MasterChef Celebrity' ha publicado varias fotografías en las que se encuentra dando las últimas puntadas a toda la organización (para muchos gafada) de su enlace.
En las fotografías, la marquesa de Griñón está sentada en el suelo de una de las habitaciones (parece el despacho) de la casa de su madre. Rodeada de libros, entre los que se pueden ver varios tomos de Diego Velázquez o Picasso, Falcó mira muy atenta a una tablet en la que parece diseñar el bolso que lucirá en su boda. De hecho, en otra de las imágenes aparece un modelo de color negro de la marca Loewe junto a un ramo de rosas rosas y una revista con parejas vestidas de novios.
Además, encima de la mesa en la que se apoya Tamara se encuentran varias paletas de colores, parece que los tonos seleccionados para los detalles de lo que vaya a llevar la futura mujer de Íñigo, que parece haberse tranquilizado tras todo lo acontecido. Por fin una época de nervios buenos e ilusión que han estado empañados por una multitud de desgracias e imprevistos que parecían no tener fin.
Villa Meona, el refugio de Tamara
Alfombras persas, telas y tapizados exquisitos, cada rincón, como el que sale en la última fotografía de Tamara, está lleno de detalles. La casa de Isabel Preysler se encuentra en una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid, la de Puerta de Hierro. Además de la mansión, también disfrutan de un impresionante jardín con piscina donde residió Falcó hasta que se mudó al ático de diseño que fue su hogar con Onieva hasta la ruptura que protagonizaron hace unos meses antes de la reconciliación.
De hecho, el refugio de Tamara (porque aquí fue donde vino cuando rompió con su ahora futuro marido), es casi un emblema para el mundo del papel couché. Fue la mansión en la que vivieron su historia de amor Isabel y Miguel Boyer, el padre de su hija Ana. Actualmente la reina de corazones vive en esta mansión, que bien podría pertenecer a la realeza.
Uno de los detalles que más llama la atención de la casa de la matriarca, que se pudo ver cuando apareció en 'Mi casa es la tuya', es la enorme cantidad de cristaleras que tiene, ya que la luz siempre es importante para posar. De hecho, Falcó, a través de su cuenta de Instagram, siempre ha ido enseñando cada rincón de su hogar familar, famoso por sus nada más y nada menos que 13 baños (de ahí el nombre de Villa Meona).
Los días más tranquilos de Tamara Falcó
Como después de la tormenta suele llegar la calma, Tamara lleva unos días mucho más tranquila. "Siempre" con su Jacin, su perrita de la raza caniche o 'poodle' (concretamente es un toy de color canela), Falcó ha publicado también durante esta pequeña temporada de calma algunos de los pequeños placeres de la vida que le ayudan a reconectar con ella misma.
"En casa siempre hay bizcocho. Las recetas de casa de mi madre", ha escrito la influencer en una de las fotografías de su perfil, en el que también se la puede ver deseando un "feliz sábado" a todos sus seguidores mientras sonríe o tras haber comprado un ramo de tulipanes amarillos, una de las flores que más le gustan.
Sin borrar el proceso de su vestido
A pesar de que Tamara se llevó uno de los mayores disgustos de su vida a tan solo dos meses de dar el 'sí, quiero', la marquesa de Griñón no ha eliminado de su Instagram los primeros pasos que dio para su vestido. Un proceso que comenzó con 'Sophie et voilà', la firma con la que terminó teniendo una enemistad insalvable por las supuestas fuertes "exigencias" que la hija de Isabel Preysler ponía en cada visita al atelier.
Y es que la marca española fue quien hizo público el fin de su contrato a través de un rotundo comunicado emitido por Sofía Arribas y Saioa Goitia, las dueñas y diseñadoras. Por eso sorprende tanto que la influencer continúe teniendo como recuerdo este terrible suceso que tantos disgustos le ha dado.