María Teresa Campos está hecha de acero. La malagueña es dura como ella sola y pese a que la salud de vez en cuando le juega algunos sustos, sabe cómo imponerse y no dejar que estos baches ganen la partida. El último tuvo lugar este fin de semana, el domingo.
La comunicadora sufrió un pequeño mareo mientras estaba conduciendo ‘Qué tiempo tan feliz’. El vahído se produjo cuando llegó el turno de presentar a David de María, que venía a cantar su tema ‘Un latido’. Esta anunció que se estaba mareando y pidió beber algo de agua.
Detrás de las cámaras se encontró peor y a punto estuvo de sufrir un desvanecimiento. Por suerte este no se produjo y solo necesitó unos minutos para recomponerse. Durante su ausencia, su hija, Terelu, le cubrió las espaldas y ejerció de conductora del espacio. La audiencia notó que la madre no estaba, pero nadie podía imaginar el motivo que lo había precipitado todo.
Al cabo de unos minutos, María Teresa ya estaba de vuelta y actuaba con la entereza y la firmeza de los profesionales que llevan toda una vida dedicados a hacer lo que más les gusta en el mundo.
Hace unos meses, la Campos tuvo que ser operada de vesícula, pero desde entonces no había tenido ningún problema médico. La intervención salió estupendamente y solo necesitó algunos días de descanso para regresar a sus quehaceres y su actividad habitual.