La relación de Ana María Aldón y Antonio Pavón en ‘Supervivientes 2020’ ha dado que hablar casi desde el primer día de concurso. La sintonía entre la mujer de José Ortega Cano y el torero fue casi inmediata, tal y como puso sobre la mesa Flores, quien aseguró que él estaba “tonteando” con la pareja de su abuelo. Palabras que levantaron muchas ampollas, pero todo se calmó cuando Pavón se convirtió en uno de los expulsados.
Sin embargo, los concursantes han vuelto a encontrarse. Los dos se encuentran en Playa Desvalida después de que Ana María Aldón se convirtiera en una de las expulsadas. Gracias a ello, Antonio Pavón y la mujer de Ortega Cano han podido volver a compartir miradas, experiencias y buenos ratos al sol de Cayos Cochinos. No obstante, no todo son buenos momentos para la diseñadora.
Ana María Aldón se ha convertido en el gran objetivo de las pulgas de la isla. Los insectos se han cebado con ella y las manos no dejan de picarle. “Quiero arrancarme la piel”, ha asegurado la mujer de Ortega Cano en presencia de Antonio Pavón. Unas palabras ante las que el torero no ha podido más que preocuparse por su compañera e intentar buscar una solución a su problema.
“Sóbate, en vez de rascarte, sóbate”, le aconsejaba Antonio Pavón a Ana María mientras que ella se echaba agua en las manos. El torero no ha dejado sola en ningún momento a Aldón e incluso ha estado presente cuando ella se acercaba al mar para así aliviar el picor causado por las pulgas. Tras su apoyo incondicional, los concursantes han acabado compartiendo esterilla a la hora de dormir. Un acercamiento que cada vez ha levantado más sospechas tanto dentro como fuera de la isla.
En España, la última en pronunciarse al respecto fue Bea Retamal, quien tiene muy claro que todo se trata de una estrategia de Pavón. “Creo que Ana María no podría enamorarse de Antonio Pavón, es una señora con mucha clase. Aunque tengan cosas en común, no creo que Ana María caiga en la tentación”, ha asegurado.