Silvia Bronchalo (44 años) continúa en Tailandia. Mucho se había especulado sobre la madre de Daniel Sancho (29 años) y su padre, Rodolfo Sancho (48 años), coincidirían en isla o solamente se cruzarían. Y es que muchos pensaban que la gestora de patrimonios se marcharía más pronto que tarde después de que el actor tomara el relevo de la situación, aunque lo cierto es que la expareja del intérprete de 'El Ministerio del Tiempo' ha regresado este martes a visitar a su hijo.
La madre del presunto asesino de Edwin Arrieta no había acudido el pasado lunes a la prisión de Koh Samui para visitar a su hijo Daniel Sancho. Desde que llegó al país asiático, Silvia solo había faltado un día a su visita a la cárcel debido a gestiones que tenía que hacer. Pero ayer, teniendo en cuenta que no fue y que Rodolfo Sancho ya se encuentra en Tailandia, se llegó a pensar que ella ya había puesto rumbo a España. Hasta que en la mañana de este martes, ha reaparecido en la cárcel en la que se encuentra su hijo, y lo ha hecho más seria que nunca.
Silvia, de comida con un desconocido
Según han contado en 'Espejo público', tras la visita de rigor a su hijo Daniel (del que solo se ha separado en dos ocasiones desde que puede verlo) Silvia ha estado comiendo en uno de los restaurantes de la isla con alguien de allí. "La madre de Sancho ha salido de la cárcel y ha estado acompañada de un misterioso chico, al que yo no había puesto cara antes. Se han metido en el taxi con otra mujer, a la que han dejado en un sitio y después ellos dos se han ido a comer juntos. Parece de nacionalidad tailandesa y yo hasta ahora no le había visto", ha contado el corresponsal del programa de Antena 3, que ha confirmado que Rodolfo Sancho todavía no ha acudido a la prisión de Koh Samui para ver a su hijo.
Desde Tailandia además han contado que la prensa que se encuentra allí está muy disgustada por cómo está haciendo las cosas el padre de Daniel Sancho, ya que había prometido que hablaría al llegar a Bangkok y según cuentan desde el programa de Antena 3 el actor les hizo "una jugada" porque se fue directamente a las dependencias policiales y salió después por otra puerta para evitar ser fotografiado. "Ayer también hubo una reunión en la embajada y dieron varias vueltas con la furgoneta para que no pudiéramos hacer fotos. Yo la seguí y cuando se dieron cuenta dieron vueltas por Bangkok. Está evitando el momento en Tailandia. Se acabaron metiendo por la autopista porque saben que las motos no pueden acceder y ahí es cuando la perdí", ha contado el reportero, que ha anunciado además que Silvia ha debido coger todos los turnos de visita de toda esta semana.
![Calendario de visita de Daniel Sancho](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 581"%3E%3C/svg%3E)
Rodolfo Sancho habría tenido que pedir un permiso especial para poder ver a su hijo.
"Como Daniel solo puede recibir una visita diaria, Rodolfo ha tenido que pedir un permiso especial para ir acompañado de un abogado y que así Sancho pueda ser visitado por su padre, que ha venido también porque quiere verlo. Si no hubiera pedido ese permiso doble no le hubiera podido ver", han explicado en 'Espejo Público', donde han asegurado que el cupo ya estaba cubierto por la madre, por lo que se ha tenido que hacer todo un encaje de bolillos.
Silvia y Rodolfo han visto las imágenes de la recreación
El pasado lunes 'Y ahora Sonsoles' inauguró la temporada con las escalofriantes imágenes inéditas de la detallada recreación del asesinato de Edwin Arrieta por boca de Daniel Sancho. Acompañado por la policía tailandesa el youtuber culinario narró punto por punto qué hizo al cirujano, un vídeo que sus padres ya han podido ver también.
Ramón Chippirrás, portavoz de la familia, ha hablado en directo para 'Espejo Público' y ha confirmado que la familia de Daniel Sancho sí ha visto ya esas imágenes, lo hicieron en directo durante la emisión del programa de Antena 3, ya bien entrada la noche en Tailandia. No ha especificado si estaban juntos en el momento de verlas o por separado pero sí ha dejado claro que el dolor que les ha causado les ha unido (y hundido) totalmente.