La familia debe mantenerse unida pase lo que pase. Y cuando un temporal, como es una enfermedad, les azota, más aún. Esto lo tienen clarísimo los Pantoja que han hecho piña entorno a Kiko Rivera, que padece una depresión, y necesita el cariño de los suyos. Su hermana Isa ha corrido a su lado y ha tenido un bonito detalle que no ha pasado inadvertido para Lecturas.
Tras haberlo pasado de escándalo en la Feria de Abril de Sevilla, la siguiente feria que iba a contar con la festiva presencia de Isa era la de Jerez, ciudad a la que está muy vinculada por sus amistades. De hecho, le llegó a ofrecer a Jorge Javier Vázquez que le acompañase en estos días de casetas, sevillanas y fino. Le dijo que a la próxima feria le iba a llevar con ella y lo iban a pasar estupendamente, y el presentador, interesado por el ofrecimiento, le preguntó si habría casetas de ‘ambiente’, “¡claro que hay! Hay una que está muy chula, yo voy siempre”, le aseguró la joven.
Pues bien, la feria ha llegado y no ha contado con Isa como asistente. De hecho, empezó el día 5, justo cuando Kiko desvelaba el mal momento anímico que pasaba, y ella ha cambiado los farolillos por el recogimiento de la ermita del Rocío, donde se la ha visto en compañía de su hijo. Cambio radical de planes y, todo, por uno de los hombres clave en su vida.
Sintiéndolo en el alma por poder estar con sus amigos ni disfrutar de un concierto al que le hubiera encantado acudir, del grupo Superagente 86, Isa sentía que su deber era estar en familia y dando apoyo a Kiko. El padre de tres anunció el pasado 3 mayo que cancelaba sus conciertos de verano por encontrarse mal anímicamente, que atravesaba una depresión y que está en pleno proceso de pruebas médicas.
Cuando la situación lo requiere, los Pantoja pueden ser ejemplo de unión familiar.