La que faltaba por opinar. Laura Cuevas, al igual que le sucede a Dulce, ha vivido desde dentro lo que sucede en Cantora. Su padre fue el mayoral de la finca y se crió con Kiko y viendo a Dulce consagrar toda su vida a una familia, que, según ella, se deshizo de ella cuando ya no fue de ayuda.
Tal fue su entrega, que no le importaba no tener vida personal y para ella los Pantoja fueron una parte más de su familia. Hasta le daba igual esa prohibición de tener pareja. A ella le compensaba. “Yo he oído muchas veces a Isabel decir a Dulce: 'nada de novios y mucho menos de niños'”, contaba Laura Cuevas en ‘Sálvame’, donde ha tenido para todos los del clan.
La hija del mayoral recuerda la entrega de Dulce. “Lo de ella era pasión. Muchos hemos pensado que estaba enamorada de ella”, y recuerda la cantidad de ‘chucherías’ y regalos que salían de su sueldo para que su jefa las luciera y disfrutara.
De Agustín, al que Dulce se ha referido como ‘el príncipe azul de cartón’, ha dicho que se las ingenió para dejar a la niñera sin finiquito, después de haber trabajado para ellos casi 30 años. “Ideó un plan para que Dulce se fuera por su propio pie y así ahorrárselo. Agustín intentó convencer a su hermana (Isabel) de que Julián Muñoz la engañaba con Dulce”.
Y no son los únicos para los que reparte estopa, que para Anabel, que estaba allí comentando el paso de la catalana por el reality, también ha tenido. A ella le ha hecho un comentario de mal gusto sobre su peso, con lo que ha conseguido que Anabel no quisiera sentarse en plató con ella. Tales fueron sus palabras que el resto de colaboradores y la propia Paz Padilla tuvieron que pedir disculpas por lo ocurrido.