Fran Rivera: "Mi madre tenía clarísimo que no iba a llegar a los 50"

Carmina falleció de un infarto a los 49 años, y ahora su hijo se atreve a hablar de uno de los episodios más complicados de su vida

Fran rivera: mi madre decia que no iba a llegar a los 50 años

Era una de las entrevistas más esperadas, no solo por el personaje, sino también porque fue la primera que se grabó de la nueva andadura de Bertín Osborne en Telecinco. La factura es la misma. Ese ritmo lento y pausado, las preguntas hechas como el que no quiere la cosa y el invitado relajado, en su ambiente. Y más Fran, que recibió a Fabiola y Bertín en la casa familiar de Ronda.

Una casa en la que reposan las cenizas de Orson Welles, ya que el cineasta era muy amigo de su abuelo. “Mi madre lo llamaba ‘tío Orson’”. “La casa era de mi bisabuelo. Aquí nació mi abuelo y un hermano suyo. Y la necesidad les hizo venderla. Y cuando mi abuelo ganó dinero como torero, la volvió a comprar”. Desde hace unos años, el terreno les pertenece a él y a Cayetano, puesto que compraron su parte a Julián.

La entrevista ha recorrido algunos de los momentos más importantes de la vida de Fran. Su carrera, sus amores, y claro, el fallecimiento de su madre. Que fue “un palo”. “Ella era buena de verdad. Tenía el corazón muy grande. Y como madre era muy estricta. Cuando estaba embarazada de Julián, nos caía guantazo diario”. Dice que jamás sintieron rechazo de las parejas de su madre, “lo hizo muy natural y bien”, pero reconoce que su relación con Julián fue cambiando poco a poco. “Con Julián nos llevábamos muy bien. Pero el era un poquito…. Hubo un momento en el que Julián se alejó. Tampoco es que él fuera la alegría de la huerta y compartiera todo con nosotros...”.

El verdadero problema de su familia empezó cuando las drogas aparecieron. “Mi madre cogió un camino malo. Cuando la cocaína entra en un casa hace mucho daño. Su muerte me costó asimilarla mucho tiempo. Me alejé de mi madre, porque veía cómo arruinaba su vida. Y con la impotencia de sentir que no puedes ayudar. Mi madre repetía constantemente que no iba a llegar a los 50, y eso que ella andaba loca con mi hija Cayetana”. El fatídico de su muerte, un amigo suyo fue quien le dio la noticia. “Yo estaba de viaje y me llamó un amigo que me dijo que se había puesto mala. Cuando llegué a La Línea, me dijo, ‘vente que se nos ha ido’”. Y aunque ya hayan pasado 11 años sin ella, él la sigue recordando cada día. “La echo mucho de menos”.

Sobre sus hermanos, reconoce que “hay todo tipo de relaciones”. Buenas, regulares, mejorables… “Somos una familia muy peculiar. Nuestros problemas familiares se hablan en televisión y eso es muy malo”. Aquí el torero hace un requiebro en la entrevista y consigue ‘torear’ a Bertín, y en lugar de seguir hablando de sus hermanos, culpa a la prensa de muchas de las cosas ocurridas. “Cuando murió mi madre lo pasé muy mal. Nos hicieron mucho daño y yo no lo supe llevar bien. Es imposible aislarse de eso. Lo peor que llevo es cuando hay niños. Las preguntas que me han hecho estando mi hija delante... Todos los días estaba enfadado. Y me di cuenta que enfadado no iba a ningún lado. Desde que dejé de estar enfadado salgo menos en la televisión”. Pero aunque no quisiera contestar a la pregunta de sus hermanos, lo dijo todo cuando habló sobre la manera en la que Julián se había apartado, que no compartía con ellos sus sentimientos, mientras que el nombre de Kiko salió a relucir cuando comentó la boda de su hermano Cayetano. “El punto guay lo puso mi hermano Kiko. Lo dimos todo cuando el pinchó la música”, y no dejaba de repetir “qué arte” y “ole y ole”, mientras veían el vídeo de música, Sangre Caliente, que grabaron a su lado.

Y por último, tampoco se quedó en el tintero uno de los temas más polémicos de los últimos meses de la vida de Fran: su foto toreando con su hija Carmen. “A Fran Rivera hay que darle. La gente habla de mí como ofendidos. Y hablan con un conocimiento de causa… y no me conocen de nada. Todos lo hemos hecho. Pero parece que todo lo que hago yo, a nada se le puede dar normalidad. Ahora no lo haría. No compensa. Acusarme de que puse en peligro la vida de mi hija. Eso no lo perdono”.