Brenda ha protagonizado la primera línea de la vida de 'Secret Story' y ha conmovido a todos con el drama de su vida. La barrendera, a sus 40 años, ha tenido una vida marcada por la enfermedad de su madre y los conflictos familiares y se ha hundido al compartirlos con Toñi Moreno. La presentadora solo ha podido darle las gracias por la generosidad de compartir todo su dolor para así conocerla un poco más.
Brenda ha contado que siempre sufrió el carácter fuerte de su madre hasta que descubrió que "siempre tenía una copa de vino en la mano". Un problema de alcoholismo que llevaron a madre e hija a tener durísimos enfrentamientos y en los que arrastraban al padrastro de Brenda, el que la vio crecer desde los dos años.
"Me escapé varias veces de casa, acabé en la comisaria... Con 19 años me fui de casa con lo puesto. Cuando llevaba un año sin hablarme con ellos, él me llamó y me dijo que mi madre había muerto. Murió durmiendo", ha dicho rota y desconsolada.
"La vida no me ha dado opción de pararme a pensar, todo ha sido correr y problemas. A mi madre le tuve rencor y odio durante mucho tiempo, cuando fui madre aún más. Pero con el tiempo he aprendido a amarla y a entender, sin estar ella, qué es lo que le pasaba", ha dicho entre lágrimas.
A esta durísima confesión ha añadido emocionando a Toñi Moreno: "Me he perdonado porque me he echado la culpa de no ser consciente del problema que había en casa, por no saber actuar pero sobre todo la he perdonado a ella. Me he dado cuenta a los 40 años, saber qué le pasaba a ella por la cabeza. Ella era diferente, un alma libre que no se sentía identificada con la vida que tenía".