"Quiero vivir una segunda juventud", con estas palabras Toñi Moreno resumía su último año y en plena revolución física y mental tras el nacimiento de Lola. La presentadora de Un año de tu vida ha sido entrevistada por Sara Carbonero en Radio Marca y ambas han mantenido una charla de lo más amena y se han abierto en canal como nunca antes lo habían hecho. Sara y Toñi han sido, durante años, los rostros más reconocidos de Mediaset y, también, son madres. Las periodistas han hablado alto y claro sobre cómo ha sido la maternidad para ellas.
Sara Carbonero es madre de dos hijos (Martín y Lucas) y Toñi Moreno de Lola, de apenas un añito. La de Sanlúcar de Barrameda ha confesado, en multitud de ocasiones, el proceso tan duro al que se enfrentó antes de convertirse en madre. Sin olvidarnos de su duro postparto: "Lo he pasado muy mal en el postparto y me lo estoy currando muchísimo por necesidad. Tenía el suelo pélvico fatal y mi hija no tiene una madre joven y tengo que cuidarme. Bueno ahora he sido consciente del marrón en el que me he metido", ha comenzado explicando la andaluza en Que siga el baile.
"No me arrepiento. Mi hija ha dado un significado diferente a mi vida pero esto es muy duro y no lo cuentan. Es una personita que te necesita y tienes que estar 24 horas por ella y tengo ojeras todo el día, pero estoy feliz", ha continuado mientras bromeaba con Sara Carbonero: "Siempre decía: 'Yo quiero el embarazo de Sara Carbonero y de Isabel Jiménez que iban con la aceitunilla'".
En ese preciso momento, la mujer de Iker Casillas ha querido contarle que no todo es tan bonito como parece y que ella también tuvo que enfrentarse a un duro trance durante sus dos embarazos: "Días de esos los tuvimos todas lo que pasa es que igual no fuimos tan valientes de contarlo. Isa (Isabel Jiménez) también es que es de otro planeta. Yo hice un mix, nunca lo hemos hablado. Pecho y biberón porque se quedaban con hambre", ha revelado la toledana.
Toñi ha rematado su intervención en el programa de Sara Carbonero confirmando que ella no le ha dado el pecho nunca a Lola, algo por lo que se ha sentido realmente mal: "No le he dado el pecho a mi vida y parece que estén crucificándote. Emocionalmente necesitaba cuidarme porque había tenido un embarazo muy malo y necesitaba estar 100% para mi hija. Lo hice así no sé si bien o mal. Yo tenía mucho miedo de la depresión postparto, por mis antecedentes, salí del hospital y tuve que volver. No podía parar de llorar, estaba muerta de miedo. La doctora me dijo: 'Vas a estar cuatro días a lorazepames'".