Iker Casillas y Sara Carbonero son una de las parejas, en realidad expareja, de las que más se ha hablado en nuestro país, pero también de las más desconocidas. De sus inicios sí tuvimos más datos, a nadie se le puede olvidar aquel beso en directo en el Mundial de África en 2010 cuando ella lo entrevistaba. Él no pudo contener el impulso de besarla, a pesar de tener todas las cámaras enfocándole y no ser, ni muchísimo menos, alguien dado a demostrar sus sentimientos en público. Pero así fue, y se convirtieron en la pareja del momento, una pareja que no dejó de dar pasos adelante.
En 2014 dieron la bienvenida a Martín, su primero hijo, convirtiéndose así juntos en papás por primera vez. Casi dos años después y en sumo secreto se casaron, sin celebración por todo lo alto, sencillamente ellos y dos testigos firmando una unión. En ese momento ya sabían que se mudaban a vivir a Oporto y pensaban que lo suyo sería para siempre. Una felicidad que llegó a su punto más alto en 2016 con la llegada de Lucas, su segundo hijo y el benjamín de la familia. Vivieron en Oporto hasta 2019, cuando Iker sufrió un infarto y a Sara le detectaron un cáncer. Pasaron juntos ese momento tan duro para ambos, fueron apoyo el uno del otro y ya con las aguas más calmadas y establecidos de nuevo en Madrid, en marzo de 2021 anunciaron su divorcio.
Durante algún tiempo se habló de si había habido terceras personas, salieron varias chicas hablando de sus supuestas relaciones con el futbolista mientras estaba casado, se dijo que Sara no se había sentido suficientemente apoyada durante su enfermedad, y se llegó a afirmar que entre ellos había una enorme tensión.
Pero lo cierto es que nunca, jamás, ni una sola vez, ninguno ha dicho una palabra acerca de las razones que les llevaron a tomar la decisión de tomar rumbos por separado. De hecho, apenas han hablado nunca uno del otro, Iker porque no es dado a hacerlo y no son muchas las ocasiones en que se pone frente a la prensa para ser preguntado, y Sara porque en los últimos años también ha reducido muchos sus acciones con marcas en las que concede entrevistas y cuando lo hace prácticamente nunca contesta preguntas referentes a su ex matrimonio o a su actual pareja.
Sin embargo, a pesar de que se había hablado de un final tenso entre ellos, si ha habido momentos, sobre todo en el último año, que indicaban que quizá no lo era tanto. El más revelador fue la presencia de Iker en la fiesta del 40 cumpleaños de Sara, pero por si eso no fuera suficiente, este digital puede confirmar que el pasado 18 de junio pasaron juntos un ratito muy agradable en un nuevo restaurante de Madrid. Ambos estuvieron invitados a la inauguración de Gran Vía 81, sus nombres estaban escritos en la convocatoria de prensa, lo cual ya fue toda una sorpresa porque nunca han vuelto a aparecer juntos.
Y aunque llegaron por separado y ella ni siquiera posó en el photocall, quienes estuvieron allí pudieron apreciar como una vez en la terraza estuvieron tomando algo y charlando en lo que parecía un rato muy cómodo entre dos personas que tienen confianza y buen rollo. Es decir, tal como dejaron claro en su comunicado conjunto en redes, son una familia y lo seguirán siendo toda la vida. Puede que durante los primeros meses tras tomar la dura decisión de dejar a un lado el proyecto de vida que habían creado juntos para cambiar el plan, la relación entre ambos no fuera la mejor, pero ahora es evidente que han sabido reconducir la situación y mantener, si no una amistad, al menos una cercanía y cordialidad que con toda seguridad sus hijos les agradecerán muchísimo.
El comunicado de la separación de Iker Casillas y Sara Carbonero
Fue la revista Lecturas quien publicó en exclusiva que Iker Casillas y Sara Carbonero se separaban y que tanto sus familias como sus amigos ya lo sabían. Horas más tarde era la propia pareja la que confirmaba esta noticia a golpe de comunicado. Con una imagen juntos y un deseo común anunciaban el final de su intensa historia de amor.
"Tanto Iker como yo nos sentimos enormemente orgullosos de la familia que somos y de haber podido compartir un amor que nos ha llenado de felicidad durante todos estos años de unión. Hoy nuestro amor de pareja toma caminos distintos pero no lejanos puesto que seguiremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados como hasta ahora lo hemos hecho. Es una decisión muy meditada y que tomamos de mutuo acuerdo. El respeto, el afecto y la amistad permanecerán siempre... Nuestra prioridad es desde el cariño y el compromiso, compartir el bienestar y la educación de nuestros hijos y protegerlos para que crezcan en un entorno estable y saludable", dijeron en su momento. Años después han podido demostrar que así es, que son amigos y que se tienen mucho afecto.