El corazón de Tom Brusse, desde que llegó a ‘Supervivientes’, ha pasado por todos los estados. Contento, desolado, ilusionado, anhelando… y, ayer, roto. Tras una conversación con Sandra Pica, la que él seguía considerando su novia y con quien imaginaba planes cuando acabara el programa, le comunicó que ya no eran pareja. Que la última vez que hablaron, y eso que fue en persona, ella no fue del todo clara… y ahora, que sí lo ha sido, le ha dejado completamente hundido. Ella ha querido defenderse en el único altavoz del que dispone: sus redes sociales.
“La gente de mi alrededor sabe cómo soy”, ha empezado diciendo, después de ver cómo los espectadores la criticaban ferozmente por cómo había gestionado toda esta situación. “Si no le digo nada soy ambigua, si le digo algo soy mala, si no le digo el nombre soy…”, Sandra Pica le había dicho a su, ya ex, novio que había seguido con su vida (amorosa, se entiende). Que había alguien. Pero no quiso revelar su nombre pese a todo lo que le insistió el francés. “Siempre seré (algo) y eso se llaman prejuicios”, continuó.
“Dentro de la sinceridad se puede ser más o menos fría” ha concluido, rompiendo una lanza por ella misma y abogando porque, durante toda la conversación, había ido con la verdad por delante. Aunque las formas no hayan gustado a todo el mundo. Pero ese ya no era su problema.
Sandra Pica le dijo a Tom que ya no vivía en la casa que compartían, que se había ido al hogar de su madre pero que, cuando él saliera de ‘Supervivientes’ estaría esperándole en el domicilio que alquilaron conjuntamente para explicarle todo. También le tendrá que explicar que Julen, en ‘Solos’, confesara haber tenido un encuentro íntimo a tres días de haber entrado en el reality con Inma Campano. Con la que ya se ha besado. Pero esas explicaciones ya no le corresponden a Sandra.