“Madre mía, dos. ¡Se nos ha venido algo de faena encima!”, decía Samanta Villar a su pareja, Raúl, en uno de los momentos de ‘9 meses’, su nuevo programa de reportajes con ella como protagonista en el que desvela cómo ha vivido todas las semanas de gestación.
El primer programa de la temporada nos muestra cómo fueron sus tres primeros meses, en los que las nauseas se sucedieron, aparecieron las primeras estrías, el estreñimiento asomó y las emociones estuvieron a flor de piel. Después de haber estado intentando quedarse embarazada desde hace 4 años, la presentadora lo consiguió a los 40 a través de un tratamiento de reproducción asistida. “Soy una mama de 40 años; mucha gente ya se habría hecho a la idea de que no íbamos a tener niños”, confesaba a la cámara la periodista en su proyecto más personal hasta la fecha.
“Como cada media hora. Y acabamos de empezar. ¡Aún me quedan más de 30!” y le daba un bocado a un melocotón, que era lo único que conseguía calmar sus nauseas. Samanta alucinanó con lo que sucedía en su interior, para acabar asumiendo su nuevo estado cuando la barriga empezó a crecer. “Ahora que la barriga está empezando a crecer es cuando estoy siendo consciente de que estoy embarazada”, contaba mientras se miraba al espejo, “¡es bonito! Si me lo hubieran dicho hace un mes, no me lo hubiera creído”. Y es que, al principio, no le gustaban los centímetros nuevos alrededor de la cintura, y conforme las semanas pasaban, más guapa se veía.
En el programa hemos sido testigos de cómo Villar le daba la feliz noticia a su padre y la reacción de este al recibirlo. “¡¡¡No me digas!!! ¿¿son dos??”, estaba completamente alucinado y no hacía más que reírse tras escuchar la noticia.
¿Con qué nos quedamos del arranque del espacio? Con sus lágrimas al realizarse las primeras ecografías, su cara de ilusión al saber que ‘venían’ un niño y una niña o la naturalidad del formato. Esa es su mayor baza.