Acostumbrados a que otros sean los protagonistas de los bombazos que ofrece Kiko Hernández desde 'Sálvame', este miércoles ha sido el mismo colaborador el actor principal de su propia noticia. Si hace unas semanas era él quien adelantaba la información del sorprendente robo sucedido en Cantora, ahora a Kiko le ha tocado el trago amargo de denunciar el saqueo del que ha sido víctima.
Reticente a hablar de ello, ha sido el mismo Hernández quien ha contado en directo el terrible suceso. El tertuliano ha visto cómo han entrado en una de sus viviendas y se han llevado "fotos, grabaciones de audio y de vídeo" que eran de su propiedad.
Durante su relato, se han sumido todos sus compañeros en el más absoluto e inquietante silencio, excepto Jorge Javier, quien intentaba reconfortar a su compañero y ayudarle a transmitir la gravedad de la situación. "No se han llevado ni televisores ni ordenadores", comentaba el colaborador extrañado y, ya apuntando a que el objetivo de los ladrones era el valor del presunto material sensible de los objetos sustraídos.
Si Kiko ha querido hacer público el robo es para advertir a los medios de comunicación que "si llega material mío a las redacciones, que sepan que es fruto de un robo".
El colaborador de Telecinco, famoso por su estilo incisivo y apasionado, pero también por jugar con su ambigüedad en lo que respecta a su vida privada, se ha mostrado muy tranquilo, a pesar de lo ocurrido, y confiado porque se esclarezcan los hechos. Lejos del valor material de lo robado, lo que realmente le ha importado a Kiko en todo momento es que sus hijas pequeñas no hayan corrido ningún peligro.
Asimismo, ha declarado que la situación ya ha sido denunciada en la comisaría de Alcobendas y que "la Policía Judicial ha estado ya en casa tomando huellas".