Rosa Peral, que fue encontrada culpable por el homicidio de su pareja, Pedro R. Y por la cremación del cuerpo de este para ocultar el asesinato ve cómo su futuro en prisión cada vez es más negro. Ya no tiene esperanzas y su resentimiento por Albert López, que cumple condena por el mismo crimen, cada día va en aumento. Se siente deprimida y sin ganas de vivir. Ha llegado a un punto de que solo tiene una certeza: “No saldrá con vida de prisión”.
¿Tiene Rosa Peral una depresión?
Ella, que inspiró el personaje que interpreta Úrsula Corberó en ‘El cuerpo en llamas’, siente que es la cabeza de turco en toda esta historia truculenta cuando, cree, es otra de las víctimas. Se considera complemente inocente de lo que le pasó a Pedro y se refiere a Albert como “el asesino de mi pareja”. Estas declaraciones, recogidas en el nuevo libro en el que participa y que cuenta con su testimonio más vulnerable. “Solo quiero dormir. Ni me ducho ni me cambio de ropa”, asegura, dibujando una profunda depresión de la que no cree ser capaz de salir.
“Vivo sin esperanza y aguardando la muerte, porque sé que no saldré viva de prisión”, señala, entre la amenaza y la profetización. “Le ha salido bien la jugada”, dice, señalando, una vez más a Albert López, con quien mantuvo una relación en el pasado, como responsable último de su desgracia. “Soy la cabeza de turco de un psicópata que no quería que fuera para nadie más y lo ha conseguido. Seguiré envejeciendo sola en prisión, que era lo que él deseaba (…) Él obtendrá sus primeros permisos dentro de poco y yo seguiré aquí”.
Rosa Peral, una vez más, se defiende, “no soy ninguna asesina”; una versión que lleva sosteniendo desde que fue llamada a declarar en 2017 cuando se descubrió el asesinato de Pedro, para que el tiene palabras buenas, no así para su familia. La guardia urbana sostiene que nadie puede conocer su pena, que nadie puede aproximarse ni una micra a su dolor. No solo ha perdido “al hombre que apostó por mí aunque su familia se opusiera”, sino que ha sido encontrada culpable de acabar con él. Un plan urdido por Albert, sostiene, para salirse con la suya.
Rosa Peral, también en contra de los medios
Rosa Peral vuelve a defender la imagen cándida que ha querido mantener en cada vista oral ante el juez; y acusa a todos aquellos que han dañado su imagen pública, ofreciendo una visión de ella que, para nada, se corresponde con la realidad. “Me han dado poderes de mujer fatal, me ha pintado fría, calculadora”, arguye en el libro que cuenta con sus declaraciones.