El homenaje a Rocío Jurado en Chipiona, en el decimoquinto aniversario de su muerte, ha coincidido con el brutal testimonio de Rocío Carrasco, en el que ha destapado el infierno vivido en los últimos años. El resto de la familia, sin embargo, ha decidido permanecer muy unido al margen de la docuserie, en apoyo a Rocío y David Flores, a quienes consideran las principales víctimas de todo el conflicto entre la hija de Rocío Jurado y el padre de sus dos hijos, Antonio David Flores.
El homenaje, sin embargo, ha supuesto otro curioso acontecimiento: el reencuentro en el pueblo natal de Rocío Jurado de su hermano, Amador Mohedano, y su exmujer, Rosa Benito, separados desde hace ocho años y que no habían vuelto a coincidir en Chipiona desde entonces. Sí se habían visto en Madrid, tal y como reconoció Rosa Benito en 'Ya es mediodía', el programa en el que colabora, en conexión en directo desde Chipiona, a donde llegó ayer viernes.
Rosa Benito y Amador Mohedano, que pese a todo mantienen una relación civilizada, habían llegado a un acuerdo para evitar reeencuentros incómodos. Si a un acto iba Rosa, Amador se quedaba en casa y viceversa. Rosa Benito siempre ha sentido adoración por la que fue su cuñada, así que ella nunca quería perderse los homenajes y las conmemoraciones en honor a Rocío Jurado. Amador siempre lo entendió y decidió dejarle vía libre a su exmujer y permanecer en un discreto segundo plano. Y así ha seguido siendo. Amador llegó a primerísima hora al santuario de la Virgen de Regla, pero no se quedó a la misa. Salió en un coche en dirección al cementerio: "Tengo unos músicos allí esperando", se justificó.
Las cosas parece que han cambiado y parece también, que los Mohedano-Benito-Flores-Ortega han decidido hacer causa común frente al relato de Rocío Carrasco, en especial a la hora de defender a Rocío y David Flores. También ha pasado el tiempo y a Rosa ya parece no incomodarle tanto la presencia de su exmarido. Amador, por su parte, sigue prefiriendo no compartir espacio y tiempo con su exmujer, motivo por el cual también desapareció del cementerio antes de que llegara allí el resto de la familia y, con ellos, Rosa Benito.