Rosa Benito está tocada y hundida tras su desastroso paso por ‘GH VIP’, de donde acaba de ser expulsada por aclamación popular. Los telespectadores que un día la auparon a la fama, la abuchean ahora, mientras sus enemigos se multiplican. “No me ha echado el público”, asegura Rosa negándose a asumir la cruda realidad. Las primeras palabras que la Benito dedicó a la audiencia tras ser expulsada dejaban clara su actitud prepotente. “No voy a consentir que me abucheen”, retaba a las personas que proferían gritos contra ella y haciendo frente a los que la acusan de no haber dado espectáculo en el ‘reality’ gritaba: “Si soy un mueble, soy un mueble caro”... Y lo es. Muy caro.
Lejos de las expectativas
Rosa Benito ha sido uno de los personajes que más ha cobrado en el concurso. Ha percibido 30.000 euros semanales, por lo que se ha embolsado unos 210.000 euros. A esa cantidad hay que añadir lo que va a cobrar por algunos de los programas a los que acudirá a partir de ahora. La fortuna que ha ganado es una gran ayuda para pagar las deudas que tiene pendientes con el fisco, pero no ha evitado que Rosa haya sido la gran decepción de la edición. Según ha podido saber Lecturas por su entorno laboral, sus jefes esperaban mucho más de ella: “Están desilusionados por su actitud dentro y fuera del concurso. No ha estado a la altura de las expectativas que despertó. No se ha entregado como lo hizo Belén Esteban, como ella solo hay una. Rosa no firmó ninguna cláusula por la que tuviera que hablar de su vida privada, pero si no lo hace, no genera contenido”. Rosa dejó muy claro que no tenía intención de exponer su intimidad en el ‘reality’, y una persona cercana a la concursante lo confirma: “Cuando volvió a televisión tras seis meses fuera de Telecinco, prometió a su familia, sobre todo a su hija Rosario, que no iba a hablar de Amador, ni de ellos. Chayo Mohedano odia a la mayoría de sus compañeros de ‘Sálvame’ y no soporta ver a su madre alimentar el programa”...
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