Después de la tormenta, llega la calma. Pero hasta entonces, Rosa Benito se ha llevado un buen sofoco. La colaboradora de 'Ya es mediodía' se ha visto envuelta en un agrio fuego cruzado con Alessandro Lequio que se ha descontrolado este miércoles con la última réplica del conde. Un error al interpretar la última sentencia de Rosa Benito –"los hijos duelen mucho"–, ha hecho reaccionar a Alessandro Lequio: "Me molestó porque me dijo que yo le daba pena porque se refería a mis circunstancias personales". Muy afectada por el malentendido, Rosa Benito, ha querido zanjar de una vez por todas esta guerra televisiva y ha llorado amargamente al defender a su hija Rosario Mohedano después de los ataques del conde.
La 'perfomance' que Rosa Benito hizo hace años con sus alianzas nupciales le sigue causando disgustos a Rosa Benito. Sumado a lo que le duele cómo siente que la hacen "saltar" cuando atacan a su hija Rosario Mohedano, ha hecho a Rosa gritar: "No puedo más, que me ataquen a mí". Tras las últimas palabras pronunciadas por Alessandro, la cuñada de Rocío Jurado sabía que tenía que cortar este fuego cruzado de raíz. "Ha venido el coche de Dirección antes a buscarme y lo primero que he hecho ha sido ir a buscar a Alessandro", revelaba.
Y es que Rosa Benito ha tenido claro que las líneas rojas estaban a punto de cruzarse entre ellos. Algo que la ha destrozado, pues ha querido dejar claro que "jamás" habría usado como arma arrojadiza contra él la pérdida de su hijo Aless. "Sería incapaz, ni a él ni a nadie de decir algo que le pueda afectar a sus sentimientos", decía rompiendo a llorar.
Rosa Benito ha contado los detalles más importantes de su cara a cara. Ambos se han pedido perdón y han "quedado bien", después de días de reproches. La colaboradora de 'Ya es mediodía' ha valorado que Alessandro le pidiera perdón por atacar a su hija Rosario y ha sido al hablar de ella, que Rosa ha explotado en directo pues, si hay una persona que le duele, esa es la sobrina de la más grande. "No se me puede hacer siempre daño haciéndole daño a ella para ver cómo salto", afirmaba con un llanto desconsolado. "Es que pusiste a mi hija de puta, y no es justo", continuaba con dolor, "¡ya basta!, Rosario Mohedano ha demostrado ser una artista, no es gilipollas, sabe lo que hace y cómo lo hace, es una luchadora constante. Lo que entra en casa es dinero de ella y de su marido, de nadie más, ha sido una curranta, y llevan 20 años machacándola".
A Rosa se le encendían las mejillas por las lágrimas que se han intensificado cuando ha revelado el ruego desesperado que le ha hecho a su hija: "Le digo muchas veces: Vete de este país, que parece que si te vas, te admiran más, te dan más sitio... " a veces le digo: Qué pena tener los padres que tienes, joder, porque por nosotros la crucifican a ella. Mi hija está agotada".