A punto de cumplirse dos meses desde que pasara por quirófano para someterse a una lipoescultura con el objetivo de retirar por completo la grasa que le sobraba, Rocío Flores se ha sincerado como nunca sobre lo difícil que está siendo para ella el post-operatorio. "No pensaba que era tan doloroso", confesaba en un primer momento aunque a la vez asegura que no se arrepiente de su decisión por cómo se ha transformado su figura.