Rocío Flores, en un aprieto, da detalles de su vida íntima durante su recuperación

Rocío Flores ha experimentado un radical cambio físico desde que decidiera someterse a una liposucción y, aunque está siendo un proceso de recuperación muy doloroso, no puede estar más encantada con el resultado y con la figura que se le ha quedado. La hija de Rocío Carrasco entró a quirófano pesando 57 kilos y ya ha conseguido perder 4. "Lo he pasado muy mal pero ya estoy súper bien y me veo genial, entonces mereció la pena", ha confesado públicamente. Pero, ¿cómo se las apaña para hacer vida normal? Ella misma ha hablado abiertamente de cómo está afrontando ciertos aspectos de su vida íntima.

"Ya puedo empezar a hacer gimnasia, nada de abdomen, pero sí piernas, brazos, espalda y glúteos", ha comenzado explicando en Ya son las ocho consciente que ya puede iniciar una rutina deportiva para fortalecer su cuerpo. Sin embargo, Sonsoles Ónega y el resto de colaboradores del programa han querido ir al grano y le han preguntado directamente sobre cómo hace sus necesidades fisiológicas.

"Es mucho más fácil hacerlo de pie que sentada, tú abres las piernas y hay que atinar bien pero bueno, como llevo un mes con la faja y no me he podido sentar, pues ya he cogido práctica", ha respondido Rocío Flores entre risas. Isabel Rábago, por su parte, le ha hecho la pregunta del millón y ha querido interesarse sobre sus relaciones sexuales con Manuel Bedmar: "¿Todo lo haces de pie?"... Una cuestión por la que la joven se ha acalorado: "Sí, todo lo hago de pie", ha asegurado entre risas.

Rocío Flores en 'Ya son las ocho'.

El proceso de recuperación se le está haciendo muy largo a la nieta de Rocío Jurado y, por fin, ha destapado el motivo por el que sigue sin poder sentarse un mes y medio después de haber pasado por quirófano y por el que ha estado con una faja de cuerpo entero: "El resultado de este tipo de operación se empieza a ver a partir de los tres/seis meses y el resultado final al año. Ahora mismo veo resultados, pero no los definitivos. Todavía tengo inflamación. No puedes hacer nada prácticamente sola, yo pasé de la cama al sofá y del sofá a la cama", ha contado.