A principios de 2019, poco antes de que se cumplan trece años de la desaparición de la tonadillera, el museo de Rocío Jurado abrirá, por fin, sus puertas. Así lo ha declarado la alcaldesa de Chipiona, Isabel Jurado, al diario ABC de Sevilla, cansada ya de las reiteradas negativas de Rocío Carrasco a dar su autorización para su apertura.
El museo, que la propia Rocío Jurado antes de morir deseó que se hiciera en Chipiona, su localidad natal, empezó a gestarse un año después de su fallecimiento, sucedido el 1 de junio de 2006. El edificio quedó terminado en 2011 y, tres años después, numerosos objetos personales de la más grande ya eran trasladados al recinto. Pero la falta de acuerdo entre el ayuntamiento y la única hija biológica de la cantante ha impedido que el museo abriera sus puertas.
La alcaldesa manifestó a ABC que "no hay vuelta atrás. Por acuerdo del ayuntamiento se va a continuar el proceso de apertura. Estoy desesperada, ya está bien de tanta espera y va siendo hora de abrir el museo".
El museo cuenta con un presupuesto de 100.000 euros anuales y pronto comenzará la contratación del personal, mantenimiento, seguridad, etcétera. Los costes de conservación del material que ya se encuentra a la espera de ser expuesto también ha corrido por cuenta del consistorio.
La noticia habrá sentado muy bien a toda la familia Mohedano-Jurado y a Ortega Cano, todos deseosos de que por fin el museo abra sus puertas. Solo a Rocío Carrasco le habrá sentado como un jarro de agua fría. Rosa Benito ha reaccionado muy positivamente: "Rocío Jurado y Chipiona se merecen que así sea", publicó en Instagram.