A lo largo de los años se ha hablado mucho de la relación que Rocío Jurado tenía con Fidel Albiac. Cansada de escuchar mentiras, durante la emisión de la docuserie 'En el nombre de Rocío', Rocío Carrasco se ha encargado de contar con lujo de detalles la conexión que existía entre su madre y su ahora marido. Lamentablemente, la muerte prematura de la artista no le permitió al abogado disfrutar más de la compañía de su suegra pero el tiempo que pasaron juntos fue suficiente para dejar claro que se tenían un enorme cariño...
El octavo episodio de 'En el nombre de Rocío' se ha centrado en la etapa que Rocío Jurado pasó en Houston, meses muy difíciles en los que Fidel se convirtió en un apoyo incondicional no solo para su chica sino también para su suegra, quien afrontaba la etapa más difícil de su vida. Rocío Carrasco ha recordado con lágrimas en los ojos como fue un 14 de febrero, día de cumpleaños de Fidel, cuando toda la familia voló a Estados Unidos: "Nada más verlo le dijo: ‘Felicidades niño’ (...) Ella siempre intentaba sacarte sonrisa, intentaba que todo el mundo estuviera bien. No querían que se preocuparan ni que lo pasaran mal", cuenta con cierto pesar.
Según Rocío Carrasco, Houston fue "un punto de inflexión" para su madre en referencia a la familia. "Estaban todos como a ver quién hacía más, quién tenía más puntos…. pero si Fidel no llegaba a la habitación, mi madre no se levantaba de la cama", ha narrado. Un gesto que pone de manifiesto la magnífica relación que había entre ellos. El sevillano tuvo un papel fundamental durante la estancia de Rocío Jurado en el hospital: "Le había comprado unas deportivas, le ponía su chandal… y él la llevaba por toda la parte de la UVI y daban paseos. No quería ir con nadie más que no fuera Fidel", contaba con alegría.
Con el paso del tiempo, Rocío entendió que su madre le fue dejando mensajes: "Con su actitud durante la enfermedad empieza a intentar deshacer cosas que sabía que no había hecho bien. Empieza a mostrar los sentimientos que sentía de verdad", concluía.