La reveladora causa por la que Tania Llasera pasó tres años en terapia

Es una de nuestras famosas favoritas más activas en las redes sociales. Tania Llasera narra su día a día como madre de Pepe Bowie y Lucy Lennox. También en su rol de mujer independiente que ha hecho una gran labor por la aceptación de los cuerpos que no se adaptan a los cánones imperantes. Sin olvidarnos de su trabajo en televisión que la han convertido en uno de los rostros más queridos. Desde Instagram comparte vivencias, consejos y recurre a la opinión de sus seguidores cuando la necesita. Todo con un desenfado y una naturalidad que es de agradecer en un personaje mediático.

Cuando pensábamos que ya lo conocíamos todo de ella, un reto que le ha planteado una amiga desde las redes ha animado a Llasera a contar cinco cosas que no sabríamos sobre ella, una especialmente reveladora y significativa. Que la fama no es algo fácil de asimilar y sobrellevar, y que a veces cuesta convivir con ella, es algo que hemos visto en muchos otros personajes con notoriedad. El camino que marca tiene muchas ventajas, pero también un lado oscuro lleno de sacrificios y un peligro evidente de acabar siendo engullida y destruida.

Tania no ha sido la única que ha sentido la presión asfixiante de la fama. En medios como la televisión, además, el cambio que supone en tu vida es tan radical y vertiginoso que, a veces, es necesario recurrir a profesionales para pedir orientación y herramientas para que la persona con el problema y su entorno puedan convivir con ella de la forma menos traumática posible. La presentadora de 'La Voz Kids' ha hecho una confesión muy importante al respecto: "Necesité 3 años de terapia para aceptar todo lo que implica 'ser conocida". De nuevo, con este paso, Tania ha vuelto a dar visibilidad y normalizar otra situación que lamentablemente todavía sigue siendo bastante tabú, como son los tratamientos de dolencias de tipo emocional, como las situaciones de estrés o de ansiedad.

Llasera es una mujer fuerte que se ha convertido en ejemplo para muchas personas, pero también tiene debilidades, como cualquier mortal. En un ejercicio de sinceridad brutal, ha confesado que tarda "bastante en digerir mis emociones y muchas veces lloro sola". La presentadora también ha desvelado que desde que sufrió queratitis crónica (inflamación de la córnea del ojo) "me da miedo el dolor".

Entre las cinco cosas que ha revelado, también han tenido espacio otras cosas más livianas como que el chocolate es su "absoluta perdición", ganando de largo a las torrijas y a los dulces. Y confiesa que le "flipa" conducir: "Con las ventanas bajadas y la música a tope. Me da una sensación de libertad que me fascina".