La reina Sofía rompe su silencio en su peor verano en Marivent

Tras el posado familiar en los jardines de Alfabia, los reyes Felipe y Letizia organizaron el pasado jueves 3 de agosto la tradicional recepción a la sociedad civil de las Islas Baleares en el Palacio de Marivent. A ellos se les unió como es habitual la reina Sofía (84 años), que se dejó ver por primera vez desde su llegada a Mallorca hace más de dos semanas. 

La mujer de don Juan Carlos, que se mostró muy cómplice con su hijo Felipe VI durante el evento, ha hablado con la periodista Paloma Barrientos, de Vanitatis, y le ha confesado lo mucho que se acuerda y echa de menos a su hermano Constantino, fallecido el pasado enero, y lo que le gusta que recepción real del palacio de la Almudaina haya pasado a Marivent, uno de sus lugares preferidos.

Las palabras de la reina Sofía

Tal y como cuenta la periodista, que estuvo presente en Marivent, los monarcas  estuvieron saludando amistosamente durante algo más de hora y media a los 600 invitados que subieron la notable cuesta que hay hasta llegar a la recepción. Una vez finalizado lo que se conoce como "besamanos", todos ellos pudieron disfrutar del cóctel, "la parte más interesante" de la noche según Paloma porque es donde hay más facilidad "acercarse y hablar con los protagonistas reales".

"Recuerdo nuestra llegada y cada día que hemos pasado aquí. De Mallorca me gusta todo. La costa y el interior. Ver el mar desde aquí es una estampa que me relaja mucho", ha dicho la reina emérita a la periodista, que asegura que Sofía siempre ha confesado que el palacio de Marivent, por su enclave, le recuerda a la costa griega y a su hermano Constantino. El que fuera rey griego falleció a los 82 años el pasado 10 de enero por complicaciones derivadas del derrame cerebral y al preocuparse por cómo se estaba por esta triste ausencia, la madre de Felipe ha confesado su tristeza: "Lo llevo en el alma", ha asegurado a la comunicadora. 

Con numerosas muestras de cariño hacia Sofía por el papel que ha desempeñado año tras año después de tanta polémica, lo cierto es que la reina tenía todo preparado para que este verano pudiera reunir a toda la familia en este enclave maravilloso que tanto ama. No es ningún secreto que la isla es su refugio, así lo ha confesado ella misma en más de una ocasión. Y es que este emplazamiento paradisíaco entre naturaleza y aguas turquesas es el lugar donde ha pasado los mejores momentos de su vida familiar, estampas idílicas que estuvieron a punto de repetirse.

En medio de toda esta incertidumbre, la reina emérita, que siempre ha sido muy familiar y ha estado muy unida a sus hermanos, al menos tiene a su lado su hermana Irene, que vive permanentemente con ella y que se ha convertido en una de sus mayores confidentes y apoyos durante los últimos años. Y es que otra de las razones por las que Sofía quería además que estas vacaciones estuvieran todos era para  que pudiera disfrutar de la tía Pecu ("Peculiar"), como la llaman sus seres queridos. 

La mujer de don Juan Carlos vive unas vacaciones de lo más atípicas y mientras su hijo, su nuera y sus nietas disfrutaron a su llegada hace unos días de un apetecible paseo por las calles mallorquinas, ella atendió sus responsabilidades con la corona acudiendo a un evento en la localidad granadina de Motril en homenaje al 30 aniversario de la muerte de rey Balduino de Bélgica. Este acto provocó un parón en su descanso en Marivent justo en uno de sus veranos más atípicos hasta la fecha. La madre de Felipe VI se marcó el objetivo de reunir, después de tantas polémicas, a sus tres hijos y ocho nietos. Un plan que se ha hecho añicos y que no ha llegado a cumplir.

El look juvenil de Sofía en la recepción 

La reina Sofía lució su versión más elegante y moderna apostando por un dos piezas de Escada. La suegra de la reina Letizia llevó una blusa estilo caftán de manga larga y de estampado animal print muy favorecedora a juego con un pantalón ancho del mismo tejido. Se trata de una combinación de prendas con las que la abuela de la princesa Leonor se sintió muy estilizada y cómoda, un combo de sobresaliente para arrasar en las noches de verano, sobre todo por lo juvenil que es.