Desde que Belén Esteban se sentó en 'Sábado Deluxe' para explicar la conversación telefónica que mantuvo con María José Campanario en agosto, no ha parado de recibir duras críticas de Alessandro Lequio. El colaborador de 'El programa de AR' siempre ha sido su mayor detractor y en este nuevo 'belenazo' no ha perdido la oportunidad de atacarla. Entre muchas afirmaciones, el conde sostenía a principio de semana que lo que había hecho la de San Blas "es una inmoralidad y una estafa". Pero también aprovechó para salpicar a alguien muy cercano e importante del entorno de la colaboradora de 'Sálvame'. Ni más ni menos que a su novio Miguel.
Como acto de provocación, Alessandro llegaba a afirmar que “Belén es una marioneta de Miguel”. Está clara la animadversión que se sienten Lequio y la Esteban y, cada uno, desde su programa, ha ido lanzándose dardos.
Pero con lo que no contaba nadie es que Miguel fuera a reaccionar a las palabras de Alessandro Lequio. Siempre intentando estar en un segundo plano y esquivo con la prensa, en esta ocasión no ha podido disimular la poca (o ninguna) sintonía que tiene con el colaborador de AR, que tanto disgusta a su pareja. Miguel no ha soltado prenda, pero su gesto ha sido de lo más elocuente. El novio de Belén Esteban era interpelado sobre que Lequio le señalara como la persona que está manipulando y dirigiendo los pasos de la de Paracuellos del Jarama. No acababa de escuchar la pregunta y Miguel ya resoplaba y movía la cabeza con un gesto de desaprobación y de resignación.
Belén sigue sosteniendo que no está arrepentida de nada de lo que dijo y que se ha callado muchas cosas para proteger a María José Campanario. "No he hecho nada malo", ha afirmado en más de una ocasión después de la entrevista en el 'Deluxe'. Sin embargo, este miércoles su paciencia llegaba a su límite y advertía en directo: "Estoy a punto de que se líe muy gorda". "Si yo hubiera contado realmente lo que pasó, ¡nos morimos todos!", dijo ya muy enfadada y justificándose con que lo 'adornó' "lo mejor que pude”.