Con 76 años, no hay quien pare a Raphael. El cantante volvió a subirse este jueves 19 de diciembre a los escenarios en Madrid. El incombustible intérprete repetirá jugada este viernes con el último espectáculo de su gira.
El intérprete colgó el cartel de no hay billetes en el final de su gira y no defraudó. Dede que comenzó en el año 1962 hasta ahora, Raphael se ha convertido en uno de lo pilares de la música española. Un clásico también de la navidad, con su más que famosísima versión de ‘El Tamborilero’.
Un concierto en el que, cómo no, el intérprete estuvo acompañado por sus seres queridos. En especial, por su mujer, Natalia Figueroa, quien una vez más se escondió cerca del escenario para no perderse ningún detalle del espectáculo de su marido.
La pareja lleva junta más de cuarenta décadas y, aunque en un principio nadie apostaba por ello, se han convertido en una de las más estables del panorama español. Raphael y Natalia pasaron por el altar en el año 1972 en Venecia y, desde entonces, no se han separado. Ella, además, se ha convertido en el mayor apoyo del cantante durante toda su carrera.
Juntos tienen tres hijos, quienes tampoco dudaron en apoyar a su padre en su gran noche. En concreto, tanto Manuel como Alejandro Martos se dejaron ver durante el concierto de su padre en el WiZink Center.
Manuel Martos estuvo acompañado por su mujer, Amelia Bono, quien tampoco quiso perderse la actuación de Raphael. Junto a ella se sentaron su hermano, José Bono y el novio de este, Aitor Gómez. La pareja se dejó ver después de que se hiciera público que el próximo mes de junio se darán el ‘sí, quiero’ por lo civil en el Ayuntamiento de Toledo. Ambos no dudaron en acudir a toda una reunión familiar para disfrutar de uno de los cantantes españoles más aplaudidos.