Raphael tiene 75 años, pero no los aparenta ni físicamente ni de espíritu. Tan jovial como siempre, acaba de grabar un nuevo disco, 'RESinphonico', un recopilatorio de sus grandes éxitos arropado por una orquesta sinfónica, un lujo al alcance de muy pocos artistas. El cantante ha concedido una entrevista a Mabel Galaz, de El País, en el que habla de su enfermedad, de 'Operación Triunfo', de su hijo Manuel, de su esposa Natalia... y de su retirada, si es que ese día llega algún día, que eso está por ver.
El cantante, que este año ha recibido dos importantes reconocimientos, el de hijo predilecto de su pueblo natal, Linares, y el de hijo adoptivo de su ciudad de adopción, Madrid, condecoraciones que le han llenado de orgullo. Claro que si de algo puede estar muy orgulloso es de su carrera profesional –en 2019 celebrará 60 años sobre los escenarios–, y de su familia: su mujer, Natalia Figueroa, con la que se casó hace 46 años, y sus tres hijos, Jacobo, Alejandra y Manuel.
La enfermedad hepática que padeció, sin embargo, fue un tremendo obstáculo en su vida, pero vive con energías renovadas desde que hace 15 años fue sometido a un trasplante de hígado. Pese a todo, dice que "yo ya no soy aquel, como dice mi canción. Soy otro". Su enfermedad le lleva a recordar a Julio Iglesias, que tiene su misma edad y serios problemas de salud a los que nadie quiere poner nombre. "No he hablado con él, pero siento lo que le está pasando, que no sé lo que es. Supongo que tiene que ver con los huesos ¿no? Hablar con Julio no es fácil. Le tengo cariño. Cuando yo estuve tan enfermo llamó a los míos para interesarse", dice.
Otra de las sorprendentes revelaciones que hace Raphael en la entrevista es: "Yo nunca hubiera sido concursante en 'Operación Triunfo", un programa del que no se pierde ni uno y al que, incluso, ha acudido como artista invitado. En 'OT' está su hijo, Manuel Martos, el único que ha seguido los pasos de su padre en el mundo de la música, formando parte del jurado que evalua a los chicos de la Academia.