Qué fue de Noemí Ungría, la ex 'gran hermana' que se alejó de la televisión y ahora gana un dineral en su nueva vocación

Noemí Ungría (51 años) fue una de las concursantes más polémicas de la historia de 'Gran Hermano'. La exconcursante resultó ser la primera expulsada durante la tercera edición del reality en 2002, cuando todavía se hacían audiencias estratosféricas,tras ser nominada por sus compañeros a los pocos días de entrar a la casa. Pero su popularidad no terminó ahí porque por aquel entonces cualquiera que entrar en la casa de Guadalix de la Sierra se hacía famoso. Empezaron los platós, las colaboraciones, portadas de revistas, los bolos... Y todo fue a más cuando saltó su relación con una compañera de programa, Raquel Morillas, con quien llegó a casarse (aunque finalmente se divorciaron en 2004). Más de 20 años después de su participación, su vida ha dado un giro de 180 grados. Alejada de los programas de televisión, la catalana es, tal y como ella misma se define en su Instagram, una "emprendedora y luchadora" que cumple sueños "rompiendo barreras y desbloqueando emociones". "Coqueta por naturaleza, amo a mi familia humana y gatuna", explica en su perfil, donde sube numerosos vídeos haciendo promociones.

Con casi 42.000 seguidores, Noemí está casada desde 2009 con el paparazzi y colaborador de 'Cazamariposas', Enric Bayón, con quien tiene dos hijos en común, Chloé y Eric. Viven en un pueblo cerca de Barcelona y a día de hoy no puede ser más feliz. Además de su faceta como influencer, Ungría trabaja en el mercado de productos para adelgazar, trabajo que le va más que bien. Y es que al mes logra ganar más de 10.000 euros. La vida comenzó a sonreírle después de la cuarentena y durante la pandemia, cuando se le abrieron las puertas a una oportunidad laboral única. Su marido y ella cogieron entonces unos cuantos kilos de más y para volver a su peso normal quisieron ponerse manos a la obra gracias a su amiga y compañera de edición (y ex de Kiko Hernández) Patricia Ledesma. Ella fue quien le recomendó estos productos que también vende y como la experiencia les fue genial decidió poner en marcha su propio negocio. Poco a poco se dio cuenta de que los ceros en su banco iban creciendo mes a mes y entonces se introdujo en la venta de robots de cocina y cosméticos que ella misma pone a prueba en directos que retransmite en sus redes sociales. "Soy autónoma y me va bien. La empresa de cremas es austriaca y vegana. También cápsulas para ir bien al baño, para las cistitis... Para las cosas que nos pasan cuando ya tenemos edad", reveló a Jorge Javier Vázquez.

De vez en cuando ademas Noemí se dedica a organizar demostraciones de robots de cocina o como ella misma los llama "los Ferraris de la cocina". De hecho, la que fuera concursante de 'GH' explicó en el'Deluxe' que tal es el grandísimo éxito entre las mamis del cole, quienes no se pierden ni una sola de sus reuniones, que puede llegar solo con esto unos 6.000 euros. "Me gusta mucho lo que hago y soy mucho más feliz ahora que cuando me dedicaba al mundo de la televisión", dijo en el programa de Jorge Javier Vázquez. Además, dijo que su mente había borrado muchas de las cosas que le sucedieron en aquella época y que solo se queda con las buenas. Eso sí, tiene claro que la estabilidad que tiene ahora no la cambia por nada. "El haber tenido hijos a una mujer la cambia. En mi marido encontré la estabilidad. Estoy ahora mismo plena", confesó.

Noemí Ungría, recordada por su accidente de tráfico con Raquel Morillas

Los colaboradores de A tu lado' fueron los encargados de dar todos los detalles sobre todo lo que ocurrió aquel terrible 2 de junio de 2003, cuando las exgrandes hermanas se salían de la carretera con su Mazda MX5 descapotable biplaza y de color gris y sufrían un accidente en el que estuvieron a punto de morir. Kiko Hernández, que por aquel entonces era muy amigo de Raquel Morillas, explicó en el programa de Emma García que todo había pasado sobre las 19:20 de la tarde y que el vehículo en el que viajaban, que estaba descapotado, cayó por un terraplén de unos siete metros en la C-32 (autovía del Maresme) en dirección Girona y en el término municipal de Argentona. "El coche pasó por debajo de una verja y el impacto fue con la valla de la carretera", dijo el ahora marido de Fran Antón, quien añadió que habían dado varias vueltas de campana y ellas sufrieron varios golpes.

Raquel Morillas y Noemí tuvieron un accidente de tráfico por el que casi pierden la vida. 

"La peor parte" se la llevó Raquel, que tuvo que ser operada de urgencia y estuvo en estado crítico durante varias horas. "Noemí, que era quien conducía, está bastante bien. Creo que en tres o cuatro días le dan el alta. No ha habido que operarle de nada", dijo Kiko Hernández. El amigo de la protagonista contó que ambas llevaban puesto el cinturón y que no sobrepasaban la velocidad marcada. "El motivo del accidente pudo ser que el coche de delante les obligara a hacer una maniobra", añadieron sobre el golpe del que después Ungría no recordaba casi nada.