El inesperado fallecimiento de Marta Chávarri, a los 62 años, ha golpeado muy duro a su único hijo, Álvaro Falcó (40 años), quien tres años atrás ya perdió a su padre, Fernando Falcó, a causa de la covid-19. Álvaro Falcó no tuvo hermanos, de modo quees el heredero universal de todos los bienes que legaron sus padres, empezando por el título nobiliario que heredó de su padre, marqués de Cubas. Con la muerte de su madre, Álvaro recibirá una sustanciosa herencia en forma de patrimonio inmobiliario, joyas y algunas obras de arte.
La socialité, que se encontraba retirada de la vida pública desde hacía años, había reaparecido, de hecho, con motivo de la boda de su hijo y del posterior nacimiento de su nieta. Feliz por la buena noticia, Chávarri se mostraba natural ante la prensa. Nada podía hacer pensar que una desgracia así podía ceñirse sobre la familia.
Un ático valorado en más de un millón de euros
Pese a estar retirada de la vida pública y social, Marta Chávarri atesoró en sus últimos años un considerable patrimonio. Cuatro inmuebles ubicados en el madrileño barrio de Salamanca, en el que residía para estar cerca de su hijo, su nuera Isabelle Junot y, más recientemente, de su pequeña nieta Phillipa, nacida el pasado 11 de junio en la Rúber Internacional de Madrid.
Según recoge el portal Vanitatis, Marta Chávarri adquirió en 2009 el magnífico ático de 145 metros cuadrados en el que vivía. Este inmueble, situado en pleno corazón del barrio de Salamanca, posee nueve habitaciones, hall, cocina, aseo, cuarto de baño, pasillo distribuidor y una terraza en la que disfrutar del cielo de Madrid. Un ático de esas dimensiones y en ese emplazamiento no cuesta menos de 1.130.000 euros, según precios de mercado. En la misma calle, Marta Chávarri compró una plaza de parking, muy necesario para poder aparcar sin problemas, en la que Marta pudo desembolsar una cantidad que oscila entre los 50.000 y los 80.000 euros, aunque se venden plazas en la misma zona por hasta 150.000 euros.
Un local a medias con su hermana Isabel
En 2019, Marta Chávarri y su hermana Isabel adquirieron un local en la calle Castelló, también en el barrio de Salamanca, destinado a oficinas, de unos 118 metros cuadrados. Este local estaría destinado a ser alquilado y su rentabilidad es importante, ya que la zona se paga a unos 4.000 euros al mes por un local de esas dimensiones. Eso sí, de esta propiedad, Álvaro solo heredará el cincuenta por ciento.
Existe otro inmueble, igualmente en el barrio de Salamanca, que Marta Chávarri heredó junto con otras siete personas, del que a ella le quedó un pequeño porcentaje de la propiedad, concretamente –y según informa Vanitatis– un 1,265 por ciento, el mismo porcentaje que sus hermanos María, Isabel y Gonzalo. El inmueble se trata de un piso de 200 metros cuadrados ubicado a muy pocos metros de la calle Velázquez. Este piso consta de hall distribuidor, ocho habitaciones, un baño, dos aseos, cocina y una amplia despensa, además de acceso directo a la azotea y un trastero en el sótano.
Joyas y obras de arte
Al margen de este importante legado inmobiliario, Álvaro Falcó recibirá de su madre una buena colección de joyas, la mayoría de ellas regalo de sus dos maridos, Fernando Falcó y Alberto Cortina, y alguna también procedente de herencias familiares. Marta Chávarri procede de una familia aristocrática, ya que era biznieta del Conde de Romanones y nieta del marqués de Santofloro. Igualmente, de las paredes de su domicilio cuelgan algunas obras de arte adquiridas durante sus dos matrimonios que ahora pasarán a ser propiedad de Álvaro Falcó. Las joyas, sin duda, pasarán a manos de su nuera Isabelle y, posteriormente, a su nieta Philippa.