El príncipe Harry está de vuelta en Reino Unido. El duque de Sussex ha vuelto a su país natal para poner fin al ‘Megxit’ y hacer frente a los últimos actos que le quedan antes de por fin convertirse en económica y profesionalmente independiente. En concreto, 35 días y media docena de apariciones públicas que, desembocarán, en su más que esperada libertad.
La agenda del príncipe Harry ha comenzado este miércoles 26 de febrero con su aparición en una cumbre relacionada con la iniciativa de turismo sostenible que impulsó hace unos meses llamada Travalys. Ahí, el duque de Sussex ha anunciado un sistema de puntuaciones para que los viajeros puedan seleccionar aquellos vuelos que sean más ecológicos.
El duque de Sussex llegó ayer a Edimburgo en solitario, sin la compañía de Meghan Markle y el pequeño Archie. Para evitar las críticas en la medida de lo posible, el duque de Sussex voló de Vancouver a Londres en un vuelo regular y posteriormente se desplazó a Escocia en tren. Allí no pudo evitar ser fotografiado con cazadora negro, gorra gris y un semblante muy serio.
El acto de este miércoles es el primero que el duque va a tener que hacer frente durante su presencia en Reino Unido. El próximo día 28, el príncipe Harry se encontrará con Jon Bon Jovi en un acto de los Juegos Invictus. Posteriormente, Meghan Markle se unirá a él para acudir a una aparición conjunta el 5 de marzo. Al día siguiente, el nieto de la reina Isabell segundo irá al Mountbatten Festival of Music.
Meghan Markle, además, también tendrá un acto en solitario, en su caso, por el Día Internacional de la Mujer. Eso sí, el momento cumbre llegará el 9 de marzo, cuando tendrá lugar la más que esperada misa por el Día de de la Commonwealth, en la que coincidieran con toda la familia. A partir de ese momento, los duques de Sussex verán por fin cumplido su sueño de comenzar su nueva vida alejados del palacio de Buckingham.