Lydia Lozano se rompe tras la muerte de su madre: "Sentí mucha angustia. Me pregunté, '¿cómo vuelvo a Madrid?'"

Lydia Lozano, rota de dolor, ha hablado con la prensa por primera vez tras el fallecimiento de su madre a los 96 años

Adrián López
Adrián López

Redactor digital de Lecturas

Lydia Lozano
GTRES

Totalmente derrumbada, Lydia Lozano (64 años) ha llegado sobre las 15:30 de la tarde al tanatorio de La Paz para dar el último adiós a Sol Hernández, su madre, que ha fallecido a los 96 años este miércoles 23 de abril. La periodista, que ha llegado acompañada por su hermana y por su marido Charly, no ha podido contener las lágrimas cuando sus compañeros de profesión se han acercado para darle el pésame y preguntar por cómo se encontraba en un momento tan complicado. 

"¿Qué queréis que os diga?", ha comenzado diciendo Lydia con el rostro desencajado y a punto de llorar mientras intentaba esconder su dolor bajo unas grandes gafas de sol. Revelando que ha estado junto a su progenitora hasta el último momento, Lozano ha explicado que la noticia la pilló en Barcelona mientras estaba trabajando con un compañero de prensa. Sin duda un adiós que uno nunca se espera a pesar de la avanzada edad. 

"Sentí mucha angusta. Me pregunté, '¿cómo vuelvo a Madrid?'. No viajo por estar, por si pasa algo. Y ha pasado. Pero bueno mi hermano se llamaba Jorge y se ha muerto casi en el Día de Sant Jordi", ha continuado diciendo entre lágrimas, totalmente destrozada. 

Lydia, que ha reconocido que siempre "hay que quedarse siempre con lo bueno", también ha hecho referencia al bonito día que está haciendo hoy, algo que le gustaba mucho a su madre: "Hace este solazo, que a ella le encantaba como a mí tomar el sol". "Mi madre ha sido maravillosa, maravillosa", ha asegurado la comunicadora antes de entrar al tanatorio para continuar con los trámites. 

Asegurando que después de arreglar el contratiempo por el que su hermana le ha pedido ayuda unos minutos regresaría a hablar con los medios, Lydia se ha mostrado como siempre lo hace, como una mujer sensible que no tiene miedo a mostrar sus sentimientos. Sus palabras, escuetas, dicen mucho de cómo se encuentra en este momento tan triste y tan solo cuatro años después de la muerte de su hermano, quien falleció por culpa de la Covid-19. 

Lydia Lozano con su madre

Lydia Lozano, muy unida a su madre. 

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Lydia había dedicado en cuerpo y alma los últimos años en el cuidado de su madre desde que en marzo de 2023 sufriera una neumonía con insuficiencia respiratoria que la llevó de urgencias al hospital. De hecho, durante unas semanas estuvo bajo supervisión médica. Un susto por el que la periodista se dio cuenta de que no podía dejar ni un segundo de estado a su lado. Eso sí, siempre que la ayuda de su hermana, con quien también tenía una gran relación. 

Tal y como ella misma ha contado a la prensa a las puertas del tanatorio, fue durante la noche del pasado martes 22, cuando estaba en Barcelona cenando con Gustavo González, cuando se enteró del fallecimiento de su progenitora. De hecho, ha sido el propio periodista el que lo ha contado a través de sus redes sociales. 

"Anoche estaba cenando con mi queridísima amiga y compañera Lidia Lozano cuando recibió una llamada con una noticia terrible. Fue un honor estar a tu lado, amiga, arroparte y transmitirte el sincero cariño que te tengo (en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, así es la amistad). Hoy no puede estar firmando libros por la festividad de Sant Jordi. Ya habrá ocasiones. Mi corazón está contigo, Lidia.
Muchos besos para ti y todos los tuyos, amiga", ha escrito el excolaborador de 'Sálvame'.

Madre e hija siempre ha tenido una gran relación. El círculo cercano de Lydia siempre ha estado acostumbrado a escucharle hablar sobre la devoción que sentía por ella porque era "la mujer de su vida". Y además ese vínculo todavía creció mucho más cuando Sol perdió a su hijo y Lozano a su hermano. Un duro varapalo en el que junto a Esther se convirtieron en un pilar fundamental. Las tres hicieron más piña que nunca para superar el fallecimiento del periodista. 

"La muerte de un hijo no se supera, y yo pongo toda mi energía para ayudar a mi madre. No he pasado casi el luto porque estoy todo el rato pendiente de ella. Lo único que quiero es que ella se ría y que cuando hablemos de él, nos riamos", decía Lydia sobre el momento que tuvo que vivir su progenitora, quien ahora también se ha reunido para siempre.