“Estoy muy emocionada y agradecida de volver a dar las campanadas”. Ana Obregón (67 años) se pronunciaba después de que Televisión Española confirmase que será la encargada de dar la bienvenida a 2023 en la Puerta del Sol de Madrid junto a Los Morancos. El duo de humoristas ocupará el lugar que, hasta ahora, había sido para Anne Igartiburu. La presentadora causa baja después de diecisiete años al frente de la noche más especial del año. “Echaré de menos a mi querida Anne”, confiesa Obregón. No será una noche sencilla para ella tampoco.
“Me conmueve mucho recordar las campanadas del 2021 y los millones de personas que nos visteis con cariño”, escribe la presentadora. Para Ana Obregón aquellas fueron unas campanadas difíciles. En plena pandemia, sacaba fuerzas de flaqueza y se plantaba en el centro de Madrid junto a Anne Igartiburu. Obregón había perdido a su hijo Aless poco tiempo antes. “Pensé que serían las campanadas más difíciles de mi vida sin mi hijo pero al menos sentía el cariño de mis padres que me veían desde casa”.
Este año y tras la ausencia de última hora del pasado por un positivo de covid, Ana regresa a la Puerta del Sol. Lo hace en pleno duelo, ya no solo por su hijo, sino también por sus padres. “Este año será más difícil, aun así quiero subirme al balcón para agradeceros de corazón acompañarme estos dos años en mis duelos”, afirma. “Tendré viéndome y mandándome su amor a las personas que más quiero en mi vida desde el cielo: Mi madre, mi padre y mi hijo”. La presentadora ha tenido que despedirse de sus padres en un período muy corto de tiempo.
El renacer de Ana Obregón
Poco a poco, Ana Obregón va volviendo a ser la que era. O al menos, a intentarlo. La presentadora se ha ido embarcando en proyectos que le han cargado de ilusión y ganas de salir de casa. Sus ensayos para los números de 'Telepasión', que también conducirá en Televisión Española esta Navidad, han sido uno de los puntos fuertes de sus últimos meses. Emocionada, compartía fragmentos del baile, una de sus grandes pasiones, a través de redes sociales. No es fácil pero a fuerza nadie le gana.
Sumida en los años más duros de su vida, Ana Obregón se refugia en sus hermanas y en sus grandes amigos. Nadie le suelta la mano en ningún momento. Era Susana Uribarri la que le animaba a dar las campanadas junto a Anne Igartiburu en un momento en el que Ana no se veía capaz de nada. Fue una de las mejores decisiones. Su aparición ante las cámaras conmovió a todos y se convirtió ya en un instante para la historia. Este año repite, aunque con diferente compañía. Y seguro que Ana vuelve a arrasar.