Y el amor triunfó. Pese a que el reencuentro entre Aylén Milla y Marco Ferri resultó de lo más gélido, finamente sus corazones acabaron fundidos y latiendo de manera ardorosa. Estos dos tortolitos han estrenado, en la edición quinta de GH VIP, la noble tradición del ‘edredoning’.
Nada de pedir hora sin cámaras, a ellos les bastaba con un nórdico cubriéndoles las cabezas y listo. Cuando la pasión apremia no conviene desperdiciar tiempo. Y a ellos les corría prisa. Venían de estar casi dos meses separados y con una crisis entre medias.
Quizás lo de pasar de pedir una hora sin cámaras también sirvió para que Alyson, la tercera en discordia en toda este triángulo de amor bizarro, comprendiera que no tenía nada que hacer con el modelo, que él está de lo más enamorado y entregado a la argentina. ¿Una estrategia para mantenerla alejada? Podría ser, en los realities no hay nada al azar y parece Aylén es de las que urden estrategia.
Todo empezó con un gesto de lo más romántico: él la llevó en brazos hasta la habitación, como si acabaran de iniciar su luna de miel. Y casi. Después de deshacer la maleta de la recién llegada, se metieron en la cama y estuvieron hablando de cómo habían vivido estas semanas separados, tocando uno de los temas más importantes: la llamada de teléfono en la que la novia advirtió que las cosas que resultan dañadas es muy complicado que se vuelvan a arreglar. Pero parece que lo suyo tenía solución.
Y después de hablar llegó el momento de hacer que la temperatura de la habitación fuera en aumento. Las imágenes del ‘edredoning’ serán emitidas el próximo jueves en gala, cuando, entre las bombas de Aída y este vídeo se provocará el calentamiento global (de la televisión).