Las vueltas que da la vida. Hace solo una semana, Jorge Javier Vázquez era recibido por sus compañeros de ‘Sálvame Diario’ entre vítores, aplausos y poco menos que palmas de olivo. Ahora, 7 días más tarde, el presentador se siente defraudados por ellos.
Jorge, sincerándose con el resto de colaboradores, les dijo, el lunes 6 por la tarde, que se había sentido desamparado en su paso por el Deluxe, donde se sometió, por primera vez a la prueba del polígrafo por su relación Isabel Pantoja. A él le habría gustado encontrar un abrazo de comprensión o unas palabras de apoyo por sus compañeros, pero no ocurrió. El lunes se lo hizo saber, y algunos no entendieron estos reproches. De nuevo, el martes, el tema volvió a ponerse de relieve. María Patiño se ha excusado aludiendo que era muy difícil para ella y para el resto entender lo que le pasaba, “no puedes exigir que los demás percibamos en ti algo que tú no proyectas".
María ejercía de presentadora del polígrafo y le ha revelado que “como él no proyectó inseguridad” en ningún momento ninguno de sus compañeros ni ella lo captaron, así que no pudieron asistirlo como Jorge hubiera deseado. Esa supuesta ‘coraza’ que le impermeabiliza de la opinión del resto, se vino abajo cuando, más vulnerable que nunca, se convirtió él en el protagonista de la noticia. ¿Empezará a partir de ahora J.J. a mostrarse más frágil ante los ojos de sus compañeros?
Mila tampoco se muestra a gusto con este tema. Recordemos que el presentador y la colaboradora de origen sevillano mantienen una estrecha relación de amistad, por eso, quizás, a ella le dolieron más los reproches de Vázquez. Para no continuar alimentando la polémica, por miedo a “salir escaldada”, Ximénez optaba por echarse un punto en la boca, “la que se ha liado, y yo ni he intervenido, ni sé quien es Sisi, ni quien le regaló la perra, ni si tenías relación o no”, y prefirió beber agua para no continuar con su discurso. Todo lo que dijera podía volverse en su contra, así que prefirió dar la callada por respuesta. Eso sí, se ‘vengó’ de su amigo tirándole algo de agua (sin querer) recordándole por qué mantienen una amistad tan buena: lo mucho que se ríen juntos.