Úrsula Corberó nos gusta por muchos motivos, pero uno de los principales, además de su talento y su gracia, es la naturalidad pasmosa para contarnos cualquier tema. Sea de la índole que sea. Sí, el sexual incluido. La actriz, en una entrevista realizada hace unos meses, pero que ahora se ha viralizado, con la revista AISGE, ha descubierto algunos de sus momentos más fogosos de su vida, y que vivió con todos sus compañeros de la serie ‘Física o química’, en la que se hizo conocida.
La Úrsula adolescente no tenía tiempo para estar de fiesta. Centrada en su futuro como actriz, no podía hacer otra cosa que patearse cientos de castings hasta que alguno le diera la oportunidad de demostrar todo lo que valía. Y lo consiguió en la serie de Antena 3. Entonces, ya con trabajo, con unos compañeros con los que se entendía de lujo y en “plena eclosión hormonal” vivió los momentos más divertidos de su post-adolescencia. “(Éramos) diez jóvenes guapos, con trabajo, dinero y fama, imagínese. Los fines de semana alquilábamos una casa en Segovia y Javi Calvo se disfrazaba de botones y nos escribía historias de miedo. Luego follábamos todos con todos y nadie se enfadaba. Había mucha empatía”. Fueron, por tanto, sus años “de no pensar, de disfrute puro. Mi mejor época, la más tierna y amistosa”. De hecho, con muchos de aquellos actores aún conserva una estupenda amistad como con Maxi Iglesias (que también está en ‘La Embajada’) o Javi Calvo, que no tardado en confirmar la versión de Corberó,“tenía que salir a la luz antes o después. Todo cierto. @ursulolita te amo”.
Además, en la entrevista mostraba lo injusta que le parece su profesión con las mujeres, cuando estas llegan a determinada edad. “Me preocupa la fecha de caducidad. Nos preocupa a todas. Esta industria es muy machista, y el machismo ha dejado abundantes secuelas. Un hombre a los 50 está en el momento perfecto para follárselo, se le considera sexy aunque esté calvo o con canas. Entre las mujeres, la única excepción es Ángela Molina. Por eso también el ansia: todo ha de ser ahora, aunque sea una mierda tener que pensar así”. Para rematar su defensa feminista, Corberó nos dejaba esfa pensamiento: “me resulta machista pensar que la mujer ha de mostrar solo su parte intelectual, y no también la sexual. Nunca lo he entendido. Se puede tener buen culo y buen cerebro. Son conceptos compatibles”.