David Flores Carrasco acudió acompañando a su padre a los Juzgados de Alcobendas y se topó con una sorpresa que no esperaba: cruzarse con su madre, Rocío Carrasco. Y decimos ‘cruzarse’ porque fue lo único que hicieron, la madre no le profirió ningún gesto de cariño a su hijo, aunque hacía un año que no se veían. Ni una palabra. ¿Por qué?
Lydia Lozano ha dado una explicación a este comportamiento de la madre, que ha sido de lo más chocante para propios y extraños, pero especialmente para el padre de la criatura, Antonio David, que aseguraba que se le había roto el corazón cuando esta no le dio un beso a su vástago. Según la colaboradora de Sálvame, Rocío se guardó sus palabras para que este encuentro no alterase su declaración, ya que al día siguiente se sometía a una evaluación psicológica.
“Ella ha acudido hoy a una evaluación psicológica en el juzgado”, argumentaba Lozano en la tarde del 18 de julio. “Ayer se habló mucho de por qué Rocío Carrasco ve a su hijo y no le da un beso, y la jueza le dice: ‘ahí tiene usted a su hijo, está aquí, hable con él y podrá aclarar varias cosas’; y ella decide que porque como hoy tenía la evaluación, no quería que este acercamiento, saludo, conversación… con su hijo le afectase cara a los resultados”. Gema López apostillaba que se trataba de la segunda evaluación a la que se somete y que temía que esto le pudiese alterar de alguna manera. Lydia Lozano, además, reconocía que para saber esto contaba con una fuente muy fiable del juzgado.