Ha tenido que ser un juez quien propicie el reencuentro entre madre e hijo. Rocío Carrasco y David Flores Carrasco, el menor de sus dos vástagos, se veían por primera vez las caras desde hacía un año en los Juzgados de Alcobendas. El joven acompañaba a su padre, Antonio David, que había sido denunciado por su exmujer por incumplimiento del régimen de visitas.
La presencia de Rocío en los juzgados ha sido toda una sorpresa para el colaborador, que no esperaba tener que cruzarse con la madre de sus dos hijos mayores y, mucho menos, que David la viese. Por eso, cuando se ha enterado en la puerta, no ha podido disimular su asombro. Según Pepe del Real, este le ha contado al adolescente que estaba su madre y la reacción de este no ha sido otra que aferrarse con más fuerza a la mano de Olga y darle un beso. Olga Moreno, casada desde hace años con Antonio David, se ha convertido en uno de los apoyos más fuertes para estos jóvenes que no encontraron el calor familiar suficiente con la hija de Pedro Carrasco y Rocío Jurado. Primero Ro, y después David decidieron que preferían vivir con su padre antes que con ella.
Antonio David siempre ha defendido el derecho de sus descendientes de que estos viviesen donde ellos prefiriesen, bien con él, bien con su progenitora, pero los dos escogieron el hogar que este formó con Moreno.
En este año que no se han visto, David ha cumplido la mayoría de edad, ha estado presente en los homenajes a su abuela en Chipiona, algo que hasta ahora no había presenciado y ha vivido en Málaga con la que parece considerar su auténtica familia. Por su parte, Rocío Carrasco se casó con Fidel Albiac el pasado septiembre en una ceremonia en la que abundaron los compañeros de profesión y las amistades televisivas, pero escasearon las presencias familiares. El encargado de conducirla al altar fue el hermano de su padre, y de los Mohedano solo acudió Rosario; aunque Rosa Benito sí estuvo invitada, prefirió estar en Chipiona viendo salir en procesión a la Virgen de Regla.