Esta semana, Mario Vargas Llosa (87 años) debía tener otros planes que nada tenían que ver con estar hospitalizado. El autor lo había dispuesto todo para disfrutar junto a toda su familia, su ex mujer Patricia Llosa incluida, de un encantador viaje que coincidía, de manera llamativa, con la boda de Tamara Falcó. ¿Estaba planeando huir de la atención mediática en una de las fechas más señaladas del calendario de su ex familia política?
Mientras Tamara Falcó e Íñigo Onieva estuvieran dando el ‘sí, quiero’, Mario Vargas Llosa se encontraría a bordo de un magnífico barco que le estaría llevando a recorrer el sur de Italia. Cuando la marquesa de Griñón se emocionase mientras pronunciaba sus votos a su marido, él estaría avistando un encantador pueblo con casitas de colores de la costa amalfitana. A cada plan más idílico. Pero, lamentablemente para el autor de ‘La ciudad y los perros’, nada de esto pasará. El ex novio de Isabel Preysler se encuentra hospitalizado desde el sábado 1 de julio, cuando ingresó en un hospital privado de la comunidad de Madrid, donde se le diagnosticó covid-19. Es la segunda vez que este coronavirus se cruza en su camino, puesto que la primavera de 2022 también debió ser hospitalizado con la sintomatología propia de esta enfermedad que afecta, sobre todo, a los pulmones.
Actualmente, tal y como han desvelado sus hijos, el premio Nobel se encuentra “cuidado por excelentes profesionales” y aunque no ha aportado más datos al respecto, en ‘Y ahora Sonsoles’ se aseguró que el literato está estable, con fiebre y tos, síntomas propios de la enfermedad. De momento, Mario Vargas Llosa permanecerá en el centro sanitario hasta que su estado de salud mejore, puesto que es lo mejor para un hombre de su edad.
Tal y como asegura Sandra Aladro desde ‘El Programa de Ana Rosa’, Mario Vargas Llosa y los suyos habían planeado unas vacaciones de ensueño, pero que tendrán que ser en otro momento. Es por ese motivo por el que sus tres descendientes, así como Patricia, se encontraban en Madrid en el momento en el que su padre fue hospitalizado. Todos habían viajado hasta la capital española para partir esta semana a sus vacaciones familiares.
El plan de los Vargas Llosa, ¿una huída en plena tormenta Tamara?
Conviene recordar que, de todos los hijos de Isabel Preysler, es posible que Tamara Falcó fuera con la que Mario Vargas Losa tuvo más relación. Y es que la marquesa estuvo viviendo mucho tiempo con ellos, en la espectacular mansión de “mami”; a la que el escritor se mudó cuando su relación con la socialité se hizo más seria. Ella estaba muy presente en los planes caseros de la entonces pareja e, incluso, ella llegó a manifestar que él le echaba una mano con sus proyectos que tenían que ver con la escritura.
Cuando Tamara Falcó conoció a Íñigo Onieva y a los meses se fue a vivir con él, ya solo visitaba la casa de su madre en contadas ocasiones. De modo paralelo, Mario Vargas Llosa, además de estar establecido en casa de Isabel, continuaba acudiendo a su señorial piso situado muy cerca de la Plaza de Oriente, donde le gustaba escaparse a escribir con tranquilidad o a leer. Es ahí, precisamente, donde ahora vive, tras su separación de Preysler el pasado diciembre, cuando la ‘reina de corazones’ acabó desvelando que su noviazgo, que empezó en 2016, había llegado a su fin.
El anuncio de separación de Isabel y Mario llegó, casi a la vez, que la reconciliación entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Vargas Llosa quería desligarse de lo que había sido su vida en los últimos años; así lo dijo en su primera entrevista tras el fin de su mediático romance con esta madre de cinco hijos.
Desde entonces, Mario y sus hijos han querido salir al paso de las informaciones de la familia a la que han estado vinculados los últimos años. Casi renegar de lo ocurrido. Ninguno ha aprovechado la ocasión para lanzar pildorazos a la otra parte, así que este viaje podría haber sido organizado con la finalidad de escapar de todo el ruido mediático que se les venía encima. Lamentablemente, la vida les ha deparado otro plan muy diferente.